La pandemia deteriora la libertad religiosa en el mundo

El informe sobre Libertad Religiosa en el mundo advierte de que «muchos gobiernos impusieron una limitación desproporcionada de la práctica y el culto»

Una iglesia vacía sin fieles en Manerbio, cerca de Brescia, Italia EFE

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Uno de cada tres países del mundo no respeta la libertad religiosa y cerca de 5.200 millones de personas (el 67% de la población mundial) sufre graves violaciones a este derecho fundamental, lo que supone que son discriminados, marginados o perseguidos por causa de su fe. La pandemia no ha hecho más que empeorar esta ya de por sí preocupante situación. Así lo denuncia la XV edición del Informe de Libertad Religiosa en el Mundo 2021, presentado este martes por el director de Ayuda a la Iglesia Nesitada (ACN), Javier Menéndez Ros, y la editora jefe del informe, Marcela Szymanski.

Según este estudio -que analiza cada dos años el grado de cumplimiento o respeto de este derecho humano en todos los países del mundo (196) y para todas las religiones-, «los gobiernos, ante la magnitud de la emergencia sanitaria, tuvieron que tomar medidas extraordinarias en algunos casos no exentas de abusos y ataques a derechos fundamentales».

«Muchos gobiernos impusieron una limitación desproporcionada de la práctica y el culto, en países como Pakistán se negó la ayuda humanitaria a las minorías religiosas, el Covid fue pretexto para la estigmatización religiosa como causante de la pandemia y muchos grupos yihadistas aprovecharon la ocasión para expandirse en zonas con menor control estatal», aseguró este martes Menéndez Ros.

Las regiones más desarrolladas del mundo, como Europa, América del Norte, aunque menos graves, también impusieron limitaciones a este derecho fundamental. El informe recoge que muchos países de Europa -entre ellos España- así como de Estados Unidos y Canadá, «tomaron medidas para prohibir o restringir sensiblemente el culto público, incluso durante la Semana Santa, el Yom Kippur y Ramadán».

En algunos casos, estas restricciones a la práctica religiosa se consideraron «desiguales y, por tanto, discriminatorias» , ya que, mientras «se incrementaban las regulaciones sobre las actividades de culto, se permitieron otras reuniones, como los mítines políticos, las manifestacions públicas y la reapertura de negocios minoristas», denuncia el informe.

Radicalización del continente africano

Al margen de la pandemia, la libertad religiosa sigue siendo un bien escaso en muchos países del mundo. En 26 naciones (13%) seguir un determinado credo puede acarrear persecución. Esta lista constituye los 'hot countries', aquellos países más peligrosos del mundo para vivir una determinada religión en libertad. En 36 países (18,6%) puedes llegar a ser discriminado. Nueve países han pasado de no estar categorizados en el Informe de 2018 a aparecer en rojo directamente: siete de África y dos de Asia.

Una de las principales conclusiones que arroja este último estudio destaca la radicalización del continente africano, especialmente en el África subsahariana, donde se ha producido un fuerte incremento de la presencia de los grupos yihadistas en alianza con decenas de grupos violentos locales. Burkina Faso y Mozambique son dos exponentes de lo sucedido. En el 42% de los países africanos se ataca ya la libertad religiosa.

Es un hecho que los terroristas islamistas se han desplazado de las llanuras de Siria e Irak en Oriente Medio hacia el sur, al continente africano, sembrando el terror y conquistando territorios. Estos grupos yihadistas tienen la pretensión de establecer un «califato transcontinental» con la ayuda de la tecnología digital para la radicalización y reclutamiento de seguidores.

En los dos últimos años, según el informe de ACN, los gobiernos autoritarios y los grupos fundamentalistas han intensificado la persecución religiosa. De hecho, la supremacía étnico-religiosa en los países de mayoría hindú y budista en Asia han oprimido aún más a las minorías religiosas, reduciéndolas al estatus de ciudadanos de facto de segunda clase. India es el ejemplo más atroz, pero también ocurre en Nepal, Sri Lanka o Myanmar, entre otros.

Cambiarse o dejar tu religión conlleva a graves consecuencias legales y sociales en el 21% de los países del mundo (en 42) y el informe subraya que los delitos contra niñas y mujeres secuestradas, violadas y obligadas a cambiar su fe en conversiones forzadas se registraron en un número creciente de países.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación