Los obispos condenan la ley de eutanasia porque es «un corredor de la muerte»

Pedro Sánchez asegura al cardenal Blázquez que los Acuerdos Iglesia-Estado seguirán en vigor

Vídeo: Trasladar los restos de Franco no compete a la Iglesia, según la Conferencia Episcopal Espanola EP

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Los obispos consideran que la proposición de ley presentada por el PSOE en el Congreso para que la eutanasia sea «universal y gratuita» dentro del sistema nacional de salud «pone en cuestión el principio ético básico de "no matarás"». Así lo advirtió la Subcomisión de Familia y Vida en una nota del pasado mes de mayo y que ha sido ratificada este jueves por la Comisión Permanente durante su reunión trimestral en la Casa de la Iglesia.

Al término de ese encuentro y partiendo de esa premisa, el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, José María Gil Tamayo , urgió a los partidos políticos y a la sociedad en general a «cambiar el chip y pensar cómo mejorar los cuidados paliativos», ya que, según recordó, «la defensa de la vida siempre debe ser integral» y nunca puede guiarse «por baremos de calidad».

El portavoz propuso que los cuidados paliativos no se limiten solo a los cuidados médicos sino que se tengan en cuenta también el acompañamiento psicológico y espiritual. «Así como se hace en el caso de los nacimientos, hay que liberar a los familiares para que puedan cuidar a sus enfermos terminales. Estas son las respuestas de una sociedad éticamente sana, no por el atajo de la muerte que se quiere instaurar con la eutanasia», aseguró Gil Tamayo, que insistió una y otra vez que «el derecho a morir es un derecho creado en el laboratorio, que va en contra de la naturaleza y la ecología humana».

Para el secretario general, la aprobación dada esta semana por el Congreso a la proposición de ley del PSOE para legalizar la eutanasia -y que ahora inicia tu tramitación parlamentaria- «supone abrir un corredor de la muerte más a los que ya existen» y dar vía libre a una «cultura del descarte».

Sobre la ley LGTBI, también en trámite por el Parlamento, el secretario general advirtió de que la Iglesia ya manifestó su «oposición absoluta» a la propuesta de Podemos, sin embargo, a renglón seguido recordó que «no se le puede pedir a la Iglesia que vaya encabezando la manifestación» en contra de esta norma y de las ya aprobadas por las distintas autonomías. «Ahora toca a los ciudadanos tomar conciencia del derecho al ejercicio pleno de sus libertades y actuar en consecuencia», aseveró.

Sánchez promete a Blázquez que siguen los acuerdos

Una semana y media después del encuentro celebrado entre el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Ricardo Blázquez, y el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, en el Palacio de la Moncloa, el secretario general informó este jueves que dicha reunión es «una señal muy positiva».

La reunión se produjo gracias a la mediación del alcalde de Valladolid, el socialista Óscar Puente Santiago , y se produjo el martes 19 de junio a propósito de la visita del cardenal a Madrid para presentar la Memoria de Actividades de la Iglesia. Según destacó Gil Tamayo, el encuentro se enmarca dentro de la «normalidad institucional» y de «las relaciones cordiales que mantienen la Iglesia y el Gobierno».

Durante el transcurso de esa reunión, el cardenal Blázquez recordó a Pedro Sánchez que el papel de la Iglesia «no es ser un contrincante político» pero sí la de ser una voz ante la realidad social. «La Iglesia tiene una palabra que decir, una cosmovisión sobre los asuntos que se plantean a la sociedad con respecto a la educación, la inmigración o la defensa de la vida», recordó el secretario general, que precisó que el presidente de Gobierno trasladó al cardenal Blázquez su intención de que las relaciones Iglesia-Estado «se mantengan en un clima de normalidad y cordialidad dentro del marco de los Acuerdos Iglesia-Estado». «Hay que huir del lenguaje apocalíptico y de los profetas de calamidades», enfatizó el sacerdote.

Con respecto a la decisión de Pedro Sánchez de retirar los restos Francisco Franco de la basílica del Valle de los Caídos, el secretario general recordó tomando las palabras del cardenal Blázquez que el papel de la Iglesia «es orar y pedir por el eterno descanso de los difuntos y que no le corresponde a ella decidir sobre la permanencia o no» de esos restos. «Es el ámbito político el que tiene que decidir», indicó.

A pocas horas de que el Consejo de Europa inicie su reunión para abordar el problema de la inmigración, el secretario general también indicó que la movilidad humana es «un derecho que debe estar regulado pero dando siempre prioridad a la ayuda y la acogida que necesita el inmigrante». «Tiene que haber un respeto de Europa a sus valores inspirados en el humanismo cristiano. No puede ser solo una Unión Europea de protección económica», aseguró Gil Tamayo, quien pidió a las naciones que «aumenten y mantengan de forma estable su ayuda a la cooperación internacional para evitar que estas personas tengan que emigrar».

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