Nueve mil bomberos combaten seis fuegos sin control en California

«Thomas», que ha arrasado ya 60.000 hectáreas, sólo está contenido en un 15%

Más de nueve mil bomberos combaten las llamas en California EFE
Manuel Erice Oronoz

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El fuego no hace distinciones. Los seis focos fuera de control a punto de desbordar las 60.000 hectáreas calcinadas, que superan en tamaño a la ciudad de Chicago, avanzan en todas las direcciones. Al norte y al este, los preciados parques forestales de Los Padres y Parque Sespe. Al oeste, el lujoso Santa Bárbara, y al sur, los condados de Ventura y Los Ángeles. El negro empuje del humo y las llamas de «Thomas», favorecido por el regreso de los fuertes vientos, pugnaba anoche por extenderse frente a la desesperada acción de 9.000 bomberos. La esperanza de normalidad con que amaneció el sábado el sur de California ha tornado en seria inquietud y preocupación en el arranque de la segunda semana de incendios.

Con una víctima mortal, más de 800 casas destruidas y decenas de miles de evacuados, el estado más rico de la Unión afronta de nuevo una batalla perdida. El aviso de su gobernador, Jerry Brown, no puede ser más sombrío: «El cambio climático ha convertido los incendios en California en una nueva normalidad. Aunque éste ha sido una tragedia terrible para mucha gente, podría repetirse todos los años, o, como mínimo, cada pocos años». Una suma de pesimismo y realismo que recuerda en gravedad a los terremotos periódicos que sus habitantes, envidiados en todo el país por su calidad de vida, tuvieron que interiorizar durante el pasado siglo.

Pero la amenaza del momento no admite dilaciones. Los servicios de emergencia no daban abasto el domingo para contener a «Thomas», tota lmente descontrolado en un 85%. El anuncio de los servicios meteorológicos de un regreso la noche del domingo de los vientos fuertes, de hasta 90 kilómetros por hora, añadió presión a los bomberos, que intentaban reducir los fuegos antes de que su aliado más temible soplara con fuerza. La humedad relativa tampoco ayudaba, situada por los expertos en uno de los ratios más bajos de los últimos días, en ningún caso por encima del 10%.

Sin embargo, el fin de las órdenes de evacuación en algunas zonas de los condados de Ventura y Santa Bárbara, contrastó el domingo con los avisos de emergencia, las llamadas «bandera roja», en otras tantas. Advertencias de geometría variable a medida que las llamas avanzan y cambian de dirección. En el idílico Santa Bárbara, donde miles de millonarios y famosos disfrutan de incomparables vistas al mar desde sus elevadas mansiones, la llamada de atención de las autoridades se abrió pasó con fuerza, dado el riesgo de que el fuego arrase muchas de ellas los próximos días.

En su diaria comparecencia ante los periodistas, Ken Pimlott, director del Departamento de Bosques y Protección contra Incendios de California, no pudo ser más rotundo: «Estamos lejos de que algunos de los focos de incendios estén fuera de peligro». Augurio al que añadió la recomendación de evitar abandonar las viviendas si no estrictamente necesario.

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