Las dunas del desierto del Sahara cubiertas por un manto blanco de nieve
Las dunas del desierto del Sahara cubiertas por un manto blanco de nieve - KARIM BOUCHETATA

Nieve en el Sahara

Un fotógrafo aficionado de Argelia capta las dunas de los alrededores de su ciudad, Ain Sefra, con un manto blanco. No se veía una estampa así desde 1979

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Apenas duró un día, pero las imágenes han dado la vuelta al mundo. La ciudad argelina de Ain Sefra, enclavada en el desierto del Sahara, amaneció el pasado 19 de diciembre con las dunas espolvoreadas de un blanco resplandeciente: era nieve. Nieve sobre el desierto del Sahara. «Estaba todo el mundo atónito de ver nieve en el desierto, es algo que sucede tan raramente», admite Karim Bouchetata, fotógrafo aficionado, que tomó las instantáneas. «Se veía increíble cómo la nieve se asentaba sobre la arena», en una finísima capa blanca sobre las dunas de un intenso color rojizo. Según el fotógrafo, la nieve aguantó un día antes de derretirse.

Las dunas del desierto del Sahara cubiertas por un manto blanco de nieve
Las dunas del desierto del Sahara cubiertas por un manto blanco de nieve - KARIM BOUCHETATA

Para los más incrédulos, hartos de que cada año salgan en Navidad fotos trucadas de la esfinge y las pirámides de Guiza cubiertas de nieve, la NASA también ha sido testigo del insólito fenómeno.

A unos 700 kilómetros sobre las dunas, el satélite Landsat 7 tomó varias fotografías a color de esa sección del desierto, entre las ciudades de Bouarfa y Ain Sefra, cubierta de un ligero manto blanco. Según la NASA, aunque resultan más sorprendentes las fotos de la ciudad del desierto nevada, «una revisión de los últimos años de los datos por satélite sugiere que también es un fenómeno inusual en esa sección del Atlas (cadena montañosa) sahariano».

La memoria de los mayores

En gran parte de Europa, la iconografía navideña manda que unas buenas fiestas sean frías, de guantes y gorros de lana, con la nieve arremolinándose en la ventana mientras se cantan villancicos. En Ain Sefra, hogar de unas 35.000 personas, sólo los más mayores recordaban en primera persona lo que es contemplar cómo caen los copos. Es necesario remontarse a 1979, hace 37 años, cuando una fuerte nevada bloqueó el tráfico en la ciudad, conocida como «La puerta al Desierto» y localizada en el borde norte del Sáhara, donde las montañas del Atlas se encuentran con las dunas del mayor desierto cálido del planeta, que se asienta en más de 9 millones de kilómetros cuadrados desde el extremo más occidental del continente hasta Egipto, al este. «Las condiciones para que nieve son tan peculiares, que es uno de los más difíciles de predecir dentro de los ‘‘fenómenos habituales’’, y muy improbable en zonas desérticas», explica a ABC el astrofísico y director del Planetario de Pamplona Javier Armentia. La temperatura debe estar cercana a los cero grados -«¡con un margen bastante estricto!»- y tiene que haber cierta humedad en el aire que genere las primeras gotas que luego cristalizarán.

Las dunas del desierto del Sahara cubiertas por un manto blanco de nieve
Las dunas del desierto del Sahara cubiertas por un manto blanco de nieve - KARIM BOUCHETATA

Mapas meteorológicos de la zona muestran un frente de bajas presiones que forzó al aire a elevarse y enfriarse, lo que combinado con raros pero no excepcionales frentes húmedos provenientes del Mediterráneo cocinaron la receta para la insólita nevada. La altitud de la localidad, a más de 1.000 metros sobre el nivel del mar, terminó de aportar lo necesario. Iman Tairi, argelina con la que ha contactado ABC, bromea: «Yo nunca he visto la nieve en el desierto... ¡sólo tengo 33 años!».

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