El multitudinario entierro de un motorista indigna a Tenerife
Acudieron más de 100 personas, muchas de ellas sin mascarilla, cuando el aforo permitido era de 15
Última hora de la pandemia de coronavirus y la desescalada en España
El pasado viernes fallecía en un accidente de tráfico Marcos Gutiérrez Rosillo, un tinerfeño de 36 años , al impactar contra un bordillo de la vía y salir despedido. La conmoción que generó su pérdida entre los vecinos de su pueblo, Guía de Isora, provocó que su entierro, celebrado este lunes, se convirtiera en un acto multitudinario. La aglomeración de personas provocó una gran preocupación en la isla, así como la indignación de aquellos que no han podido velar o despedirse de sus seres queridos como les hubiera gustado por «culpa» de la pandemia.
Noticias relacionadas
Más allá de superar el aforo permitido para estos actos, los asistentes no cumplieron con las indicaciones sanitarias como mantener la distancia de seguridad de los dos metros ni llevar puesta la mascarilla. En lugar de ello, los presentes decidieron acercarse al féretro, bailando y cantando un rap que el propio Marcos había compuesto.
Un entierr0 autorizado
Una vez se dio a conocer el fallecimiento, Moteros Unión Sur, una asociación de motoristas –con la que Marcos tenía vinculación– del sur de Tenerife, propuso al Ayuntamiento de Guía de Isora rendirle un homenaje durante su despedida. El consistorio, puesto que «era un vecino muy querido en el municipio», aceptó y permitió el acompañamiento del féretro «exigiendo siempre el cumplimiento de la nueva normativa» sanitaria.
Una vez autorizado, el ayuntamiento sureño encargó un dispositivo de seguridad para los dos entierros que tenían previstos, y un equipo de la Policía Local, con apoyo de efectivos de Ayuda en Emergencias Anaga, fueron quienes acudieron e informaron a los asistentes de la importancia de cumplir con las normas. No obstante, fuentes cercanas del propio consistorio reconocen a ABC que, «de un momento a otro, la situación se desbordó de manera imprevista» y que «nunca se imaginaron que tuviera tanta repercusión» como para atraer a tantos vecinos.
Las más de cien personas que se congregaron en el sepelio (muy superior a los 15 permitidos en estos actos) ni guardaron la distancia de seguridad y apenas la mitad cumplía con la normativa de llevar puesta la mascarilla. Mientras los operarios de la funeraria comenzaron a desmontar las coronas del coche, comenzaron a rugir varias motocicletas mientras sonaba una de las canciones que había escrito el joven Marcos, al tiempo que los presentes llevaban el ritmo con las palmas.
Cuando los operarios, ayudados de familia y amigos de la víctima, sacaron el féretro del vehículo, varios asistentes se acercaron para «tocarlo y besarlo» antes de entrar al cementerio con gritos de «¡bravo!» y «¡arriba, Marcos!». Desde el Ayuntamiento de Guía de Isora «lamentaron profundamente» lo sucedido, así como el «malestar» generado en la isla ante el riesgo de un posible rebrote del virus.
Investigación abierta
Ante lo sucedido y el elevado riesgo de repunte de contagios que hay ahora en el sur de la isla de Tenerife, el Gobierno de Canarias ha pedido a la Policía autonómica que abra una investigación y que «se depuren responsabilidades».
La Consejería de Sanidad mostró también su «preocupación e inquietud» ante estos hechos, y recordó los riesgos de una «relajación del confinamiento», como le ocurrió a una familia tinerfeña que convivía en un mismo edificio y se ha saldado con 9 de sus 14 miembros contagiados por coronavirus. Por ello, desde la consejería se ha insistido en esclarecer los hechos y, si fuera necesario, «establecer las sanciones pertinentes».
