Más de un centenar de profesionales sanitarios protestan en Ibiza contra el decreto del catalán

Los médicos denuncian que antes de la entrada en vigor de la futura norma lingüística no están cubiertas plazas de distintas especialidades

Manifestación en Palma de Mallorca contra la imposición del catalán para acceder a la medicina ABC

JOSEP MARÍA AGUILÓ

Algo más de un centenar de profesionales sanitarios se concentraron ayer ante el Hospital de Can Misses , en Ibiza, para protestar contra el decreto que regulará el conocimiento de catalán que deberán tener los médicos, enfermeros y auxiliares que deseen trabajar en la sanidad pública isleña. La protesta fue convocada por el Sindicato Médico de Baleares (Simebal) y la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), bajo el lema « No al decreto de catalán. Mérito: sí. Requisito: no».

Durante la concentración frente a Can Misses, la consigna más coreada por los participantes fue «¡Mérito, sí! ¡Requisito, no!». Además, diversos profesionales improvisaron pequeñas pancartas con folios, con la inscripción «Sanidad no es política». Protestas con la misma finalidad se celebraron ayer en los centros de salud de Ibiza y en el Hospital de Formentera .

«Sólo queremos asegurarnos de que nunca faltarán médicos en la sanidad pública», recalcó C arlos Rodríguez , delegado de Simebal en Ibiza y Formentera. En relación a Can Misses, Rodríguez añadió: «Hoy mismo, sin ir más lejos, no están cubiertas todas las plazas en los servicios de Radiología, Anestesia, Urgencias, Traumatología y Medicina de Familia, y ha sido difícil completar las plantillas de otras especialidades ». Rodríguez recordó que en Ibiza existe además el problema añadido de que es cada vez más difícil poder alquilar una vivienda a un precio asequible.

Cabe recordar que el Ejecutivo que preside la socialista Francina Armengol, con el apoyo de MÉS y el aval parlamentario de Podemos, aprobará en las próximas semanas el mencionado decreto. La nueva norma autonómica permitirá que se pueda presentar a oposiciones cualquier profesional sanitario, aunque no tenga hoy la preceptiva titulación lingüística, que deberá conseguir en un plazo de dos años una vez obtenida la plaza.

Además, los médicos y enfermeros sólo deberán tener finalmente un nivel básico —B1— de catalán. Si transcurridos los dos años citados ese nuevo funcionario sanitario no pudiera acreditar el nivel B1, no perderá la plaza, pero no podrá participar en procesos de movilidad ni acceder al complemento de carrera profesional.

Aprobación inicial

El decreto lingüístico que en breve entrará en vigor fue aprobado en la Mesa Sectorial de Sanidad celebrada el pasado 9 de febrero. En aquella reunión votaron a favor de la nueva norma el Sindicato de Enfermería (Satse), SAE, UGT y Comisiones Obreras. En cambio, Simebal y CSIF votaron en contra. Cabe recordar que el primer borrador del decreto también había sido aprobado en su momento, en concreto en noviembre, pero en aquella ocasión Satse votó en contra y además anunció, junto con Simebal, que impugnaría el decreto en caso de que entrase en vigor sin ningún cambio con respecto a su redacción originaria.

Tres meses después, Satse valoró los cambios introducidos por el PSOE y por MÉS en el segundo borrador, motivo por el que cambió su voto. Por su parte, Simebal votó nuevamente en contra en la citada reunión de la Mesa Sectorial de Sanidad, pues sigue defendiendo que el catalán debería ser sólo un mérito y no un requisito para trabajar en la sanidad pública.

En ese contexto, el presidente de la Gestora de CSIF Sanidad Islas Baleares, Luis Enrique Apolinar , señaló ayer que el texto que finalmente verá la luz es un «decreto maquillado respecto al primer intento de imponer el conocimiento lingüístico de una manera incoherente, a utoritaria y excluyente ».

Las concentraciones celebradas ayer en Ibiza y en Formentera se han producido cuatro días después de la manifestación celebrada el pasado domingo en Palma contra el nuevo decreto. Algo más de 2.500 personas —más de 10.000 según los organizadores— participaron en dicha marcha, convocada por la plataforma Mos Movem (En Marcha) bajo el lema « Los idiomas no salvan vidas. Por una sanidad sin fronteras lingüísticas». La primera movilización cívica de estas características había tenido lugar en diciembre del pasado año en Menorca, con la asistencia de unas 2.000 personas.

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