Vista de la crecida del río Besaya a su paso por la localidad cántabra de Viveda.
Vista de la crecida del río Besaya a su paso por la localidad cántabra de Viveda. - EFE
Temporal

Las lluvias y la nieve desbordan ríos y bloquean carreteras en Cantabria

El Gobierno regional activa el plan de emergencias ante los riesgos del temporal y para minimizar posibles consecuencias

SANTANDER Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Las fuertes lluvias que desde el pasado viernes caen de manera incesante en Cantabria unido al desnieve en las montañas ha propiciado ayer el desbordamiento de los principales ríos de la región, entre ellos el Pas y el Besaya. El temporal provocó también incidencias en numerosas carreteras, que sufrieron cortes de tráfico por la formación de balsas de agua y la caída de argayos. Los desprendimientos afectaron igualmente a la línea de tren que comunica con Bilbao, al tramo comprendido entre las localidades de Gibaja y Marrón.

Con este panorama, el Gobierno se vio obligado a activar, de madrugada, el plan de emergencias en su nivel 1, ante la posibilidad de que las precipitaciones generaran situaciones de riesgo.

El objetivo del Platercant, que conlleva una mayor coordinación y la movilización de más medios, es minimizar las consecuencias del temporal.

En alerta por los ríos

La Confederación Hidrográfica del Cantábrico decretó la situación de alerta en el río Pas, a su paso por Carandía (Piélagos) y Puente Viesgo, donde el cauce alcanzó niveles de 3,36 y 6,75 metros, respectivamente, y en el Besaya en Torrelavega, donde el agua llegó a los 3,51 metros a las seis y media de la tarde. Este último estaba en prealerta en Arenas de Iguña, el mismo aviso activado en el Miera a la altura de Puente Agüero y Entrambasaguas.

En esta localidad trasmerana el río a Aguanaz «se salió» el sábado, y hoy el agua llegaba «al ras» del cauce, según apuntaron a este periódico algunos vecinos, que se han pasado el fin de semana con un ojo puesto en el caudal -«muy crecido»- y el otro, en el cielo, esperando que cesara de llover para evitar situaciones «muy gordas», como las vividas en anteriores temporales.

A escasos kilómetros, en Villaverde de Pontones, el desbordamiento obligó a cortar la carretera que une este pueblo con Hoznayo, en las inmediaciones de la Fuente del Francés. Las acumulaciones de agua en la calzada cerraron, además, el vial que comunica Hoznayo con Riaño y el que va de Polientes a Carrales. También se registraron desprendimientos en diferentes puntos de la región, como el acontecido en el kilómetro 105 de la Autovía del Cantábrico (A-8) entre Pámanes y Liérganes, que cerró un carril, o en la vía ferroviaria que conecta Cantabria con el País Vasco.

Coches atrapados

En una jornada con alerta naranja por nevadas en el centro, Liébana y Valle de Villaverde, y aviso amarillo por lluvias en este valle, las comarcas centrales y el litoral, estaban cerrados al tráfico por la nieve los puertos de Lunada, La Matanela y Palombera, todos ellos en la red regional. Además, era obligatorio el uso de cadenas en Brañavieja, Pozazal-Polientes, Potes-Fuente Dé, Los Carabeos-Montesclaros, Hormiguera-Reocín de los Molinos, Matamorosa-Mataporquera, Puentenansa-Piedrasluengas y Arroyo-Bustidoño.

El sábado por la tarde, la nieve dejó varios vehículos atrapados en Palombera, Brañavieja y la Matanela. En el primero de los puertos se llegó a barajar la posibilidad de que hubiera gente aislada en los coches, extremo que descartaron efectivos del GREIM desplazados al lugar.

Ver los comentarios