La llegada del PSOE a los gobiernos autonómicos reabre la «guerra del agua»

La polémica política sobre las diferentes alternativas para la gestión y el reparto del agua, si trasvases o desaladoras o la búsqueda de otras alternativas ha enfrentado esta mañana en el Foro del Agua a los representantes politicos de las comunidades de Valencia, Castilla-La Mancha, Murcia y Aragón en la mesa redonda «El agua, un bien escaso». Estas diferencias se han acentuado y la «guerra del agua» se ha reabierto con la llegada de la izquierda al poder en varias comunidades autonómicas

En este foro se han puesto en evidencia las diferencias entre las comunidades gobernadas por el Partido Popular, Murcia, que ha apoyado la política de trasvases del Gobierno de Mariano Rajoy, frente a las gestionadas por el PSOE, Castilla-La Mancha, Aragón y Valencia, que reclaman otras fórmulas como las desaladoras e incluso han criticado los trasvases afirmando que son un «atentado medioambiental», como el del Tajo-Segura, como afirmó la consejera de Fomento de la Junta de Castilla-La Mancha.

El duro debte lo abrió el secretario autonómico de Medio Ambiente y Cambio Climático de la Generalidad, Valenciana, Julio Álvaro, al afirmar que «estamos peor que hace 25 años» y que, ante el futuro de una mayor escasez de agua hay ue «buscar fórmulas alterativas ante el discurso dominante porque la solución no está en los caminos que estamos inspeccionando. O nos ponemos de acuerdo en el camino, o no nos movemos».

A esta crítica la respondió la consejera de Agricultura de la región de Murcia, Adela Martínez-Cacha, , subrayando que «no creemos que el discurso de los trasvases sea caduco. Murcia apuesta por los trasvases, sin complejos. esa es la solución, porque así lo ponen de manifiesto los datos. Todo pasa por mantener el trasvase Tajo-Segura existente».

Castilla-La Mancha, gobernada por el socialista Emiliano García-Page, también apostó por la búsqueda de alternativas a los trasvases, como así lo expuso la consejera de Fomento, Elena de la Cruz, al afirmar que «no se puede hacer daño al río como se le está haciendo y hay que hacer los deberes y buscar alternativas». La consejera quiso rebajar la dureza del debate contra la política de trasvases del Gobierno del PP, pidiendo «no crear conflictos, que son estériles y absurdos. Tenemos que trabajar todos juntos de la mano».

Finalmente, la directora del Instituto Aragonés del Agua del Gobierno de Aragón, Inés Torralba, se alineó con las regiones socialistas y afirmó que los trasvases «han tenido un impacto en nuestra geografía».