Ligar sueldo a productividad, la fórmula para premiar el esfuerzo en el trabajo

El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, se mostró a favor de vincular el sueldo del docente a los resultados del centro y abrió una nueva batalla entre el personal educativo y el Gobierno. Pero, en la práctica, cada vez más sectores profesionales tienen reconocido en su sueldo una parte variable de sus retribuciones. «Es un sistema que beneficia a empresas y a empleados, aunque no suele gustar a los sindicatos. No debe plantearse como un sistema de recorte salarial, sino como una fórmula para incentivar el sobreesfuerzo», explica Jordi García Viña, director de Relaciones Laborales de la Confederación de Organizaciones Empresariales (CEOE). Las comisiones ya no son exclusivas de vendedores de coches y seguros, los sectores competitivos buscan incentivar a sus trabajadores con retribuciones en función de sus resultados.

Y se propone a sectores dispares, desde funcionarios a profesionales sanitarios.

Médicos

¿Funcionaría un incentivo salarial en el buen hacer de los facultativos con sus pacientes? Los diagnósticos no serán mejores, pero el colectivo médico lleva años luchando para contar con incentivos que valoren la cantidad de trabajo, disponibilidad y calidad de su labor. Esta petición está recogida en el Foro de la Profesión Médica, aunque aún no se ha llegado a materializar. El presidente de la Organización Médico Colegial (OMC), Juan José Rodríguez Sendín, cree que sería muy positivo plantear unos objetivos para premiar el sobreesfuerzo de los profesionales. «Los facultativos tendrían su salario fijo, pero recibirían un reconocimiento económico si son evaluados satisfactoriamente por sus pacientes, reducen su lista de espera, ponen en marcha ensayos clínicos en sus hospitales o hacen descender la tasa de césareas», enumera Sendín a modo de ejemplos. La Comunidad Valenciana hace un par de años intentó poner en marcha un plan similar en el que sus médicos cobrarían un complemento si reducían el tiempo de ingreso de sus enfermos o si los médicos generales derivaban a menos pacientes al especialista. Este plan nunca se llegó a materializar.

Inspectores de Hacienda

En la función pública, también se utilizan los incentivos. Por ejemplo, en la Agencia Tributaria un inspector de Hacienda de quince a veinte años de antigüedad cobra casi 60.000 euros anuales. A ello se le añaden varios complementos de productividad que pueden aumentar el salario base en unos 15.000 euros al año. Hay varios conceptos detrás de esta parte variable: desde la dificultad de los expedientes tramitados al nivel de coordinación con otras áreas o la cantidad de deuda descubierta. Asimismo, la Agencia Tributaria ha aprobado este año un plan «antifraude» que elevará el salario de los empleados que se acojan si el organismo supera los 12.318 millones de recaudación por combatir la economía sumergida a finales de año. Dicho plan se suma a la productividad ordinaria antes mencionada y de media podría alcanzar los 6.000 euros adicionales en dos pagos este año entre los inspectores, según fuentes sindicales.

En Zara

En Inditex los vendedores de sus miles de tiendas también tienen una parte del salario vinculada a las ventas, con la diferencia de que este porcentaje variable de su sueldo no es individual de cada vendedor sino que va en función de la facturación de la tienda. De modo que no importa si se es escaparatista o se encarga de la organización del stock en una tienda, porque el porcentaje es igual dentro de la misma categoría en la tienda. Además Inditex da desde este año una participación en los beneficios, una especie de «mini bonus» a todos los empleados que lleven más de dos años en la empresa (excluidos los directivos).

En El Corte Inglés

El Corte Inglés es otra de las empresas que ha cambiado el sistema de retribución a sus vendedores. Los incentivos que perciben los trabajadores se han incrementado en casi un 14% desde que entró en vigor en 2014. Las comisiones tienen una variedad enorme. Por ejemplo, en el departamento audiovisual, los vendedores reciben un plus a partir de los 200.000 euros de venta y de los 68.000 euros en la sección de ferretería.