Imagen de un siniestro ocurrido en Salamanca
Imagen de un siniestro ocurrido en Salamanca - EFE
Tráfico

Una inversión de 730 millones de euros en la red de carreteras para evitar 69 fallecidos y 200 heridos

SEOPAN y la AEC presentan en Santander un proyecto para reducir la siniestralidad vial que pretende ahorrar 144 millones de euros en gasto sanitario de los 2.120 millones anuales que representan los accidentes de tráfico

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En España los accidentes de tráfico fueron responsables de la muerte de 1.160 personas en 2016, un 2,6 por ciento más de las víctimas que se dejaron la vida en la carretera en 2015, según refleja el último balance de siniestralidad vial de la Dirección General de Tráfico (DGT).

Datos demoledores para un país en el que la accidentalidad representa una de las principales causas externas de mortandad -entendiendo por estas las producidas por circunstancias ajenas a enfermedades-, con 3,2 fallecidos de media al día el año pasado, y que tiene en las personas de entre 45 y 54 años a su pricipal grupo de riesgo, seguido por las víctimas de entre 35 y 44 años y por las de 25 a 34 años.

Pese a la frialdad de las cifras, lo cierto es que el panorama que dibujan las carreteras españolas es desolador. Detrás de cada muerte se esconde el sufrimiento de miles de familias rotas, y el de tantas otras personas heridas, víctimas de diferentes secuelas para las que la vida se detuvo en el preciso instante del siniestro y ya nunca volverá a ser la misma.

Para revertir esta situación la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (SEOPAN) y la Asociación Española de la Carretera (AEC) han presentado este martes en Santander el informe «Seguridad en carreteras convencionales: un reto prioritario de cara al 2020», dentro del encuentro organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) «Infraestructuras: recuperando un sector estratégico para España».

A través de sus 142 páginas, el informe desgrana un plan que pretende mejorar la seguridad en las carreteras convencionales, que concentran tres cuartas partes de la accidentalidad y de las víctimas mortales, y son la única vía de comunicación en los cerca de 8.000 municipios que componen la geografía española.

A este respecto, el informe prevé una inversión de 730 millones de euros en 1.121 kilómetros de la red convencional de carreteras para evitar 69 fallecidos y más de 200 heridos graves en tres años mediante la mejora de 73 tramos de vías de especial conflictividad distribuidos en 10 comunidades autónomas -29 carreteras de titularidad autonómica y 6 pertenecientes a la Red de Carreteras del Estado-.

Según el mismo, con esta inversión se ahorrarían en un periodo de tres años hasta 144 millones de euros en coste sanitario de los 2.120 millones anuales que se estima que representan los accidentes de tráfico. Además, en un plazo de 15 años la patronal SEOPAN y la ACE prevén que el ahorro de los costes iguale a la inversión realizada, evitándose en ese tiempo un total de 345 víctimas mortales.

En opinión de Jacobo Díaz, director general de la AEC, «las carreteras convencionales representan el 90 por ciento del total de la red viaria española y por ellas circula el 40 por ciento del tráfico». De ahí la importancia de «proponer, implantar y controlar acciones específicas orientadas a la reducción del número de accidentes y sus consecuencias».

Principales medidas

Entre las actuaciones que se proponen desarrollar hasta 2020, el informe distingue tres tipos de medidas. Para las carreteras con elevada accidentalidad por salida de vía, la creación de «carreteras que perdonan» los errores humanos durante la conducción mediante la delimitación de sus respectivos márgenes, mejorando la adherencia del pavimento o dotándolas de una zona de seguridad para suavizar las pendientes, así como la eliminación de los obstáculos de los bordes de las calzadas.

Para los 42 tramos de vía de especial peligrosidad se plantea la instalación de bandas sonoras, limitación de adelantamientos o señalización inteligente en cruces peligrosos, así como la ejecución de circunvalaciones en poblado.

En cuanto a los 12 tramos de vía con accidentalidad por impacto frontal y fronto-lateral se propone implantar «carreteras 2+1», esto es, vías con dos carriles independientes separados por una mediana, dejando un segundo carril para adelantar que se va turnando en un sentido o en otro de forma alterna para que los conductores que circulan en ambas direcciones puedan hacer adelantamientos por igual. Esta modalidad de carreteras ya ha sido desarrollada con éxito en Alemania, Finlandia y Suecia, donde el ratio de accidentalidad se ha reducido ostensiblemente.

En opinión del presidente de SEOPAN, Julián Núñez, que «la tendencia a la baja en la reducción del número de accidentes se haya congelado podría indicar que el efecto de las medidas disuasorias y campañas informativas podrían estar tocando techo», motivo por el que tanto él como Díaz han defendido acometer otro tipo de actuaciones adicionales centradas en la infraestructura que anticipen el error humano y sean capaces de corregirlo o paliar sus consecuencias.

Desde el Gobierno, Javier Moreno, subdirector general de Gestión de Movilidad de la DGT, ha incidido en la necesidad de mejorar el diseño y las zonas de adelantamiento de las carreteras. Por lo pronto, el informe ya ha sido presentado ante el Ministerio de Fomento y ante la Comisión sobre Seguridad Vial del Congreso de los Diputados.

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