Logotipo a la entrada del laboratorio Biotrial, empresa que ha llevado a cabo estos experimentos con humanos
Logotipo a la entrada del laboratorio Biotrial, empresa que ha llevado a cabo estos experimentos con humanos - REUTERS

Inquietud en Francia por la experimentación con «cobayas humanas»

La Gendarmería de Rennes y el departamento de Sanidad han comenzado a investigar el ensayo del medicamento en pruebas que ha dejado ingresadas a cinco personas en estado grave y una más en situación de muerte cerebral

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La inquietud se ha apoderado de Francia tras la intervención de la ministra de Sanidad gala, Marisol Touraine, en la que desgranó el «accidente grave» que pudo terminar en «tragedia», según sus palabras. «El laboratorio que comenzó los experimentos trabajaba con la autorización oficial de las autoridades competentes. Los experimentos comenzaron el día 7 de este enero. Los primeros síntomas de malestar estallaron tres días más tarde, en una sola persona. Otras cinco fueron hospitalizadas rápidamente. El día 11 se puso fin a todos los experimentos», explicó la titular de Sanidad. Los seis hombres hospitalizados tienen entre 28 y 49 años. El medicamento que se intentaba estudiar no contiene cannabis ni es un derivado del cannabis, como en principio se dijo.

De los afectados, cinco personas se encuentran en estado muy grave, y la sexta, en estado de muerte cerebral. No se encuentra a la venta ningún medicamento relacionado con los experimentos que se estaban realizando y la ministra también confirmó que 90 personas han probado desde el pasado mes de julio la molécula (administrada en solución oral y al parecer para combatir la ansiedad y problemas motores) en pruebas. «Estamos asistiendo a algo raro, inédito, quizá excepcional. No conozco ningún caso comparable a este», dijo la ministra.

Los experimentos con voluntarios fueron realizados por el laboratorio Biotrial, en Rennes (en Bretaña, al oeste de Francia), una empresa especializada creada en 1989, que tiene una cifra de negocios de 35 millones de euros anuales (un 90% en la exportación), y una plantilla de 300 personas.

Medio centenar de centros

En Francia hay medio centenar de centros de investigación clínica (CIC), especializados en la investigación y experimentación médica y científica, con fines comerciales en muchos casos. Entre esos centros, Biotrial realiza una media anual de 80 estudios, que un portavoz de la empresa presenta de este modo: «Realizamos contratos de investigación, por cuenta propia y por cuenta de grupos farmacéuticos franceses e internacionales, con el fin de evaluar la calidad médica de nuevas moléculas y productos que más tarde podrán comercializarse». La experimentación se realizaba por cuenta de un laboratorio portugués, Bial, que ayer aseguró que la molécula utilizada en Francia siguió «todas las buenas prácticas internacionales».

«El desarrollo de esta nueva molécula, en el área del dolor (la FAAH encima inhibidora), se ha llevado a cabo, desde el principio, de acuerdo con todas las buenas prácticas internacionales, incluyendo la realización de test y ensayos preclínicos», dijo en un comunicado Bial, para el que se realizó esta prueba en un laboratorio de Rennes.

En el terreno estrictamente penal y judicial, la sección sanitaria de la Fiscalía del Tribunal de París ha ordenado a la Gendarmería y la dirección de la Policía judicial de Rennes una investigación preliminar por posibles delitos de causa de heridas involuntarias, superiores a tres meses. El departamento de Sanidad, por su parte, ha ordenado a la Inspección General de Asuntos Sociales (IGAS) una investigación sobre la intervención en un centro que contaba con autorización para realizar pruebas, ensayos y experimentos en seres humanos.

La ministra Touraine insiste en la dimensión del problema: «Debemos dar toda la luz a este caso, excepcional, para poder pedir las posibles responsabilidades de este accidente dramático». Biotrial realiza sus pruebas y experimentos con voluntarios que aceptan trabajar como «conejillos de Indias», cobrando entre 200 y 4.000 euros, según las jornadas de experimentación. Formalmente, los centros especializados en experimentación están sometidos a un control burocrático estricto. Según el Instituto Nacional de la Salud y la Investigación Médica ( Inserm), en Francia se realizan más de un millar de experimentos y «ensayos terapéuticos» al año, bajo control, siempre por cuenta de promotores y empresas del sector farmacéutico. En menor medida, diversos organismos públicos realizan análisis muy semejantes.

Antes de poner a la venta ningún producto nuevo, en Francia se respetan las directivas europeas, siguiéndose los tres «pasos» preceptivos de carácter experimental. Las pruebas de Biotrial se encontraban en la fase primera de la experimentación terapéutica.

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