Horario de invierno 2017”

El próximo domingo cambia la hora, ¿por qué la cambiamos?

La existencia de un horario de verano y otro de invierno se generaliza en los años 70 con la primera crisis del petróleo, cuando algunos países deciden adelantar y atrasar una hora sus relojes en marzo y octubre; aunque ahora ya es obligatorio en la UE por la directiva 2000/84/CE

La existencia de un horario de verano y de otro de invierno (octubre- marzo) puede representar un ahorro energético del 5% ABC

ABC

Como cada año, en la madrugada de este domingo - el último de octubre- a las 3 serán las 2 (en el caso de Canarias, a las dos de lamadurgada será la una). Con este gesto, concluirá el horario de verano y daremos comienzo al de invierno. Pero, ¿cuál es el origen de esta costumbre que se cumple religiosamente anualmente?

Esta medida de ahorro energético comienza a generalizarse en 1974 , con la primera crisis del petróleo cuando algunos países deciden adelantar y atrasar sus relojes, con el fin de aprovechar mejor la luz natural del sol y disminuir el consumo de electricidad.

Lo que fue en sus inicios una iniciativa voluntaria de algunos países , en el seno de la Unión Europea ya es obligatorio. En concreto, estos cambios de horario en marzo y octubre son establecidos por la directiva europea 2000/84/CE , aplicable a todos los estados miembros.

La citada directiva dispone la aplicación de un régimen horario en verano, así como un calendario común con fechas y horas a las que debe comenzar el horario de verano y concluir para pasar al de invierno en todos los miembros de la UE. La norma no deja espacio a excepciones , que permitan a algún estado no aplicar este cambio.

Desde la Comisión Europea, han puesto en valor este movimiento en las agujas del reloj ya que tiene impactos positivos no solo en el ahorro energético sino en otros sectores como el transporte, las comunicaciones, la seguridad vial, las condiciones laborales, la salud, el turismo o el ocio.

Como muestra, según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE)- órgano dependiente del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital- la existencia de un horario de verano y otro de invierno puede suponer un ahorro energético de hasta el 5% . La razón no es otra que entre marzo y octubre hay mayor número de horas de luz y adelantar el reloj facilita su aprovechamiento. En concreto, siempre según datos de IDAE, este cambio horario puede suponer 300 millones de euros menos de gasto , 90 millones desde los hogares y el resto de los sectores productivos.

Sin embargo, una gran contribución viene dada por pequeños gestos como la fijación de una temperatura moderada del aire acondicionado o de la calefacción, una conducción eficiente de nuestros vehículos, optar por el transporte público, o el uso moderado del agua caliente, entre otras recomendaciones básicas.

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