La espadaña de la iglesia de Hontanillas es de lo poco que queda en pie. Las campanas desaparecieron hace tiempo. S.N. Las zarzas y las piedras caídas conducen al interior de las ruinas de la iglesia de Hontanillas. S.N. Ya no quedan santos ni vírgenes que adorar en las hornacinas de la iglesia de Hontanillas, donde crecen las flores silvestres y las zarzas. S.N. Las zarzas crecen en la antigua nave del templo. Algunos de los arcos están en mal estado y parecen a punto de derrumbarse. S.N. Un cazo pende de uno de los muros que rodean la iglesia de Hontanillas. Al fondo, se aprecia el paisaje montañoso que se disfruta desde el pueblo. S.N. Escombros y restos de muros de las casas de Hontanillas. El pueblo fue abandonado en los años 60, cuando los últimos vecinos abandonaron sus hogares. S.N. Restos de las casas de Hontanillas. Se pueden ver coches, pues algunas personas se han asentado en el pueblo, instalando paneles de luz solar y pequeños huertos. S.N. Restos de muro y escombros de una de las antiguas casas de Hontanillas. Apenas queda nada en pie del antiguo pueblo. S.N. Un par de sillas frente a la puerta de una casa de Hontanillas. S.N. Florentino Rebollo, al que llaman 'Flores', nació en Hontanillas en 1934. Su familia fue la última en abandonar el pueblo. Su padre, Federico Rebollo, contó su experiencia a 'Blanco y Negro' en 1968. Aquí, 'Flores' es retratado en Pareja, un pueblo a unos seis kilómetros de Hontanillas. S.N.