El Comercio

Hazte Oír sale de Asturias con polémica tras ser atacado su autobús

Tras la agresión en Lena, el vehículo no llegó a entrar en Oviedo, donde un centenar de personas protestó por la presencia de este colectivo

Oviedo Actualizado: Guardar
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Llegaron a Asturias con la intención de trasladar su controvertido mensaje, pero al final permanecieron dos horas en la región y acabaron yéndose. El autobús de Hazte Oír se topó ayer con un fuerte rechazo en el Principado. Tanto que incluso un grupo de violentos llegó a apedrear el vehículo. Allá donde fueron, diferentes colectivos les estaban esperando para rechazar su presencia. Con pancartas, a gritos e, incluso, a pedradas. El autocar recalaba en Asturias después de sus polémicos viajes en Madrid y Barcelona. 'Los niños tienen pene, las niñas tienen vulva. Que no te engañen', la polémica consigna que motivó que incluso se prohibiera su circulación en Madrid, tampoco encontró eco en la región.

«¡Fuera, fascistas!», gritaban los manifestantes a su paso.

Mientras, Hazte Oír seguía intentando que su mensaje se escuchara. Al final, solo lograron que sus integrantes llegaran al registro municipal en Oviedo, donde entregaron un manifiesto. Pero no pudieron quedarse, como era su intención. Además de por las protestas porque no habían pedido permiso para aparcar en la capital del Principado. La entidad sí había comunicado el lunes a la Delegación de Gobierno -que trasladó la información al Ayuntamiento- su propósito de acudir a la ciudad, pero no solicitó autorización para estacionar. Anticipando un posible problema de orden público, ya desde media mañana se había reforzado la presencia de Policía, tanto Nacional como Local, en los alrededores del Consistorio.

Consciente de la polvareda que levanta allá donde va, Hazte Oír había citado, en principio, a los medios de comunicación en la estación de servicio de Viella (Siero). Pero varios colectivos LGTBI supieron de esta convocatoria y se desplazaron hasta allí para expresar su disconformidad con el mensaje de Hazte Oír. Fueron identificados por la Policía Nacional y la Guardia Civil. No hubo incidencias. Y es que esperaron un autobús que nunca llegó.

Sobre la marcha, Hazte Oír decidió cambiar el punto de encuentro hasta la estación de servicio de Villallana (Lena). Mientras, la asociación Xega convocaba, sin pedir autorización, una concentración de repulsa en la plaza del Ayuntamiento de Oviedo.

Cuando el autocar alcanzó la gasolinera lenense, se encontró a más de veinte personas aguardando por ellos. Y allí se vivieron los momentos más tensos de la jornada. Los miembros de Hazte Oír fueron duramente increpados. Incluso algunos asistentes, varios de ellos encapuchados, rompieron a pedradas la luna delantera del vehículo, lo que hizo que la entidad abandonase precipitadamente el concejo. Las esquirlas de cristal alcanzaron al conductor, que no sufrió heridas.

Conforme pasaban los minutos, los ánimos se iban caldeando en Oviedo. La plaza del Ayuntamiento congregaba cada vez a más manifestantes, que llegaron a superar el centenar. Se sumaron más colectivos, como Disex. Y acudieron políticos, como el secretario general de Podemos Asturies, Daniel Ripa, que ya había estado en Lena, y los ediles ovetenses Marisa Ponga, Ricardo Fernández y Diego Valiño (PSOE), Fernando Villacampa (Somos) y Cristina Pontón (IU).

Escoltados

Pasadas las doce, escoltados por la Policía Nacional, miembros de Hazte Oír fueron al registro municipal, en la cercana calle Quintana, para presentar su manifiesto dirigido al alcalde de Oviedo, Wenceslao López. Un texto en el que mantienen que «los estudios científicos señalan que la confusión de género se modifica en el 85% de los casos», insistiendo en que su autobús «promueve la protección de la infancia». Los manifestantes salieron corriendo hacia el registro en cuanto supieron que allí estaban. No pudieron pasar del comienzo de la calle. Una barrera de agentes de la Policía Nacional se lo impidió. «Vamos a quemar la Conferencia Episcopal por fascista y patriarcal» y «aquí está la resistencia trans» fueron algunos de las proclamas que profirieron.

Se sucedían los gritos de «¡fuera!» y «fascistas» mientras el portavoz de Hazte Oír, Miguel Vidal, aseguraba estar «sorprendido» por haber sido recibido con «violencia». «Que se respeten los derechos de libertad de educación, que no se impongan modelos educativos, que no manipulen a los niños», enumeró como sus peticiones el portavoz de un colectivo que reclama la derogación de «las leyes que imponen modelos de adoctrinamiento sexual» a los niños y exige que «no sean hormonados».

Frente a ellos, los manifestantes. Rebeca Heredia, de Xega, fue la encargada de leer un manifiesto en el que se denunciaba la «campaña de odio» de Hazte Oír y se reclamaba al Principado una Ley Integral de Transexualidad. Tras este acto, la protesta se disolvió de forma pacífica. «No han pasado», destacaban. «Nos preocupa el daño que están haciendo a los pequeños, que los humillen y les hagan 'bullying', puede acabar en suicidio», advirtió Heredia.

Hacia la una, Hazte Oír se iba en un furgón policial. El autobús, de hecho, no llegó a entrar en Oviedo, y se quedó, indicaron, «dando vueltas por los alrededores».

El primero en reaccionar al paso de Hazte Oír fue Ripa. «Promueven el acoso a 46.000 transexuales en España. Asturias es tolerante», declaró Ripa, que instó a los responsables de Hazte Oír a que «tengan algo de cerebro». Su presencia en las protestas hizo que la presidenta de Foro, Cristina Coto, cargara contra él: «Han hecho bullying, justo lo que dicen denunciar. Se retrata una vez más el carácter violento de Podemos»

La diputada de Ciudadanos Diana Sánchez condenó la violencia -al igual que Xega- y expresó su rechazo a un autobús que «fomenta el odio y la transfobia». «La intolerancia la demuestran ellos, los de Hazte Oír, con estos actos frente al rechazo masivo de la sociedad», dijo Pontón, de IU. PSOE y PP declinaron hacer declaraciones.

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