Los ‘ mandamientos’ policiales para evitar posibles casos de sumisión química (introducir droga o sustancias tóxicas en una bebida para anular la voluntad de la víctima) pasan por no abandonar la copa dentro de un local ni coger una que no sea la propia, rechazar comida o bebida que ofrecen terceros, observar cómo sirve la consumición el camarero y evitar dejarla para entrar y salir a fumar.
Además, en caso de sospecha de agresión propia o cercana, recuerdan que las muestras del agresor y las secuelas físicas del acto se desvanecen pronto, por lo que es importante acudir a un juzgado de guardia y a una comisaría.
Lo idóneo, según estas fuentes, sería acudir sin ducharse, con la misma ropa y sin orinar para no eliminar pruebas que podrían incriminar al agresor.
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