Los granjeros tailandeses «ordeñan» caracoles para hacer cosméticos

La industria ha experimentado un auge en Tailandia, con más de 80 granjas de caracoles en una sola provincia que alimentan la demanda

Imagen de archivo

ABC

Durante años, los caracoles en Tailandia eran vistos como una plaga viscosa y una pesadilla por muchos agricultores. La demanda cosmética global de «baba» de caracol para el envejecimiento y para dar brillo a la piel ha llevado a un nuevo negocio, según informa The Guardian.

Durante los últimos tres años, los agricultores tailandeses y los locales oportunistas han empezado a sacar provecho de las criaturas de las que una vez intentaron librarse desesperadamente. Los moluscos son «ordeñados», ya que la baba de caracol es hoy en día más valiosa que el oro y la industria global ha alcanzado un valor estimado de 314 millones de dólares.

Son muchas las personas en Tailandia con un negocio así. En la provincia tailandesa de Nakhon Nayok, dos horas al este de Bangkok, hay más de 80 granjas de caracoles . Por ejemplo, Phatinisiri Thangkeaw , maestra, compra caracoles a los cultivadores de arroz cercanos que quieren deshacerse de las criaturas que profanan sus cultivos recién plantados. Paga alrededor de un dolar por un kilogramo de caracoles y ahora tiene más de 1,000 caracoles que ordeña para su mucina y luego vende. «Los granjeros solían tirarlos a las carreteras o a los ríos, pero ahora los venden para sacar dinero extra», dice la amestra.

Para extrar la sustancia se pone un goteo de agua sobre los caracoles que no los mata ni los daña. Para mantener la calidad, en Tailandia los caracoles se alimentan de verduras y granos y solo se ordeñan una vez cada tres semanas.

En Tailandia lo que se extrae se vende a una única compañía de cosméticos, Aden Innternational, que se estableció después de que el fundador viera un hueco en el mercado.

En los años 80, l os criadores de caracoles de Chile quedaron maravillados al descubrir lo suaves que quedaban sus manos después de acariciar a estos moluscos. La primera crema cosmética con mucina de caracol fue producida en Chile, pero en los últimos años se ha utilizado mucho en los productos de belleza en Corea y América. Las mascarillas de mucina de caracol pueden llegar a costar 300 dólares.

La mucina contiene ingredientes como glycoproteínas, ácido hialurónico y ácido glicólico que prometen estimular el colágeno, disminuir la aparición de las arrugas, el acné y reducir el tejido cicatricial. Los dermatólogos están divididos en cuanto a los beneficios.

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