La ONG Round 13

A golpe de solidaridad, África no tira la toalla

El boxeo puede ser un arma para regirse por una disciplina y combatir la indigencia. Es la propuesta de Round 13 en África

Ali Kabooya tiene un récord 15-0. Campeón nacional en categoría intermedia con guantes de Round 13 FOTOS: JOSÉ LUIS MARTÍNEZ GARCÍA
Érika Montañés

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El boxeo se concibe muchas veces como terreno que abona la violencia, como un deporte que solo canaliza agresividad, cuando sirve, en manos de hombres como Ernesto Sánchez y José Luis Martínez , como herramienta de un auténtico cambio social. Entre rings, crochets y swings, se mueve como un pez en el agua Sánchez, un mexicano de 25 años que lleva desde la mayoría de edad en Madrid. Licenciado en ADE y especialista en Marketing, estudió durante años qué era un negocio y cómo darle alas, pero él vehiculó sus dos pasiones en una visita hace años a Kampala (capital deUganda) para alumbrar una suerte de «negocio social». La «magia» surgió al conocer a Martínez, madrileño de 32 y también boxeador. Ambos son entrenadores de sueños y forjadores de hombres.

Porque a cada golpe que devuelven estos dos jóvenes en el país africano, despiertan oportunidades laborales, abren horizontes al conceder becas académicas y descargan las tensiones de decenas de jóvenes que, sin este deporte, se verían abocados a la delincuencia y la indigencia. Les brindan apoyo médico, incluso. Es el espíritu de Round 13, un proyecto que atrapa por su altruismo sencillo: consiste, únicamente, en colocar botes solidario en la red de gimnasios de Round 13 en España y aquellos que quieran adherirse a la campaña, y recoger en ellos el material que entregan solidariamente su material. Donan sacos usados y guantes que recogerán muchachos como Ali Kabooya a cientos de kilómetros, en el continente africano.

Repartiendo guantes entre los niños

Viaje a África

Allí abajo, Alan entró en Round 13 en 2014. «Cuando lo conocí, había dejado de estudiar a muy temprana edad, tenía 18 años. No tenía empleo, estaba en la calle, había tenido pequeños problemas con la ley y demasiados roces con el alcohol. Pero tenía mucha madera para el boxeo», cuenta Ernesto Sánchez a ABC . Al entrar en contacto con esta red de escuelas solidarias, moldeó su extraordinario talento a cada gancho. La transformación fue radical, se regodea su amigo Sánchez: «Se levantaba a las cinco para correr, comenzó a cuidar su dieta, y en pocos meses ya era otra persona. En poco más de un año estaba en el equipo nacional. Consiguió un empleo estable, es monitor de boxeo, adiestra a otros niños, y ahí demostró todo lo que vale».

Las experiencias de los 512 chicos ugandeses suponen pulsos continuos contra su entorno y para su superación personal

Sánchez se detiene en la importancia de la alimentación como ayuda en esa completa metamorfosis de los chicos de Uganda. «Una hora de este deporte no solo es físico y fuerza; también es dieta, compuesta en lugares como Uganda de arroz blanco, el plato nacional que es el matoke o matooke (plátanos verdes) y sopa de frijoles, aunque ls últimos suelen apartarse por su alta cantidad en grasa». «Mis chicos comen mucha fruta, matoke, pollo y carne.Muchos solo comen lo que pueden», dice.

Como Alan, Round 13 ha pulido a varios boxeadores de elite en sus seis escuelas ugandesas; que ahora quieren extender a Zambia y Kenia. Hay territorios «hostiles» para este ejercicio , se duele Sánchez, como Sudáfrica y Somalia. Tampoco en España goza de buena imagen, se queja. «El boxeo relaja, canaliza la agresividad de manera positiva y es un medio para el autoconocimiento, el crecimiento personal. Empiezas el viaje de seguir trabajando y mejorar contra ti mismo. Entras en un bucle de superación total . Y, sin embargo, su percepción no siempre es buena. El boxeo aporta valores y los profesionales promueven el respeto como el principal», completa el joven.

De 289 chicos Round 13 saltó a adiestrar a 512 en sus escuelas africanas. «El crecimiento ha sido exponencial. Cuando llegamos, había 2-3 pares de guantes por gimnasio, los demás chicos se hacían sombra», rememora Sánchez, que recuerda que se puede colaborar donando, siendo voluntario de la entidad aquí o en África; o comprando material en la web www.round13.org.

Alan es un ejemplo: sin empleo, estudios ni rutinas, el boxeo moldó su talento y completó su transformación

Sánchez, acreditado por el Consejo Superior de Deporte y la Federación Madrileña de Boxeo, afirma que lo que se aprende en el ring se aplica fuera de las cuerdas. «En todas las áreas de tu vida: trabajo, relaciones personales... Sabes que no es un juego. Si te golpean, te noquean. Es un blanco o negro; en este deporte estás al 100%», lo que, en África, puede marcar la distancia entre quedarse en el túnel o encontrar la salida .

Ernesto entrena con Alice en Aggery Boxing Academy en la comunidad de Zana
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