Francia desiste de nombrar a un embajador homosexual en el Vaticano

Católico practicante, jefe de protocolo del Elíseo, nombrado por Nicolas Sarkozy, Laurent Stefanini (55 años) no culminará su carrera como embajador de Francia en el Vaticano: su condición de homosexual es una barrera insalvable.

François Hollande propuso a la Santa Sede el nombramiento de Stefanini hace quince meses. Como candidato al cargo, Stefanini tenía unos antecedentes impecables. Ya fue consejero de la embajada de Francia en el Vaticano, entre 2001 y 2005. Más tarde, fue consejero de asuntos religiosos en el Quai d’Orsay (ministerio de Asuntos Exteriores), antes de ser nombrado jefe de protocolo del Elíseo por Sarkozy.

Ya propuesto como embajador ante el Vaticano, Stefanini se entrevistó hace meses con su santidad el Papa Francisco. «Cuando me entrevisté con el Papa, en privado, su santidad no me hizo saber ningún rechazo, ni me dijo nada que pudiera dejarlo pensar», comenta Stefanini con elegancia diplomática.

Hace un año, el mes de febrero de 2015, por el contrario, Luigi Ventura, nuncio apostólico en Francia, nombrado por el Papa Benedicto XVI, el 2009, pidió personalmente a Stefanini que «retirase su candidatura».

Hollande y su candidato hicieron caso omiso a la petición y advertencia del nuncio apostólico. El Vaticano y los portavoces oficiales y oficiosos del Papa Francisco guardaron un silencio sepulcral, durante catorce largos meses.

Tras tan larga espera, Francia ha tirado la toalla, tomando buena nota que el Vaticano no concede su placet a Laurent Stefanini, cuya condición homosexual parece ser una «muralla» insalvable.

Diplomático de muy vieja escuela, elegante, muy pulido, meticuloso, Stefanini ha sido nombrado embajador de Francia en la Unesco, cuya sede parisina no tiene el glamour cierto de la Villa Bonaparte, donde se encuentra la embajada de Francia en Roma.