La extraordinaria operación que quemó el tumor de un bebé antes de nacer: «Era la última oportunidad de salvarle»

El niño sufría «secuestro pulmonar», una rara malformación congénita, caracterizada por una masa de tejido pulmonar no funcionante, que recibe irrigación anómala de vasos sanguíneos

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BBC

S.M.

La periodista brasileña Polyana Resende Brant, de 34 años, y su marido, Tiago Resende Brant, se sometieron a una verdadera prueba de vida. Cuando Polyana estaba embarazada, las pruebas indicaron la presencia de un tumor en el pecho del bebé. Llamada «secuestro pulmonar», esta rara malformación congénita , se caracteriza por una masa de tejido pulmonar no funcionante, que recibe irrigación anómala de vasos sanguíneos.

«A pesar de no ser maligno, es decir, no ser un cáncer , fue creciendo y comprimiendo los órganos del bebé, además de 'robar' parte de la sangre del cuerpo y hacer que se depositara agua en la región pulmonar», explica a 'Vogue' Danielle do Brasil, cirujana especialista en cirugía fetal del Hospital Santa Lúcia, en Brasilia.

Como contó la cirujana do Brasil la literatura médica establece que para un caso como este había que cauterizar uno de los vasos que distribuía sangre al tumor. «Así que, con una aguja gruesa que contiene fibra láser dentro, podemos cauterizar ese vaso, la masa muere y luego es absorbida por el cuerpo. La idea era también remover el fluido del pecho para ayudar que los pulmones se expandieran», explicó a BBC.

Los médicos que atendían a Polyana le advirtieron que si el embarazo continuaba sin que ella fuera operada, el bebé morir ía . Si daba a luz de urgencia, el bebé, que apenas tenía 29 semanas de gestación, una edad considerada extremadamente prematura, podría morir también.

Primero, la periodista pasó por un procedimiento, con la quema de los vasos solamente, que no tuvo éxito. Así que los médicos decidieron destruir todo el tumor usando la misma técnica, pero en el bebé. Polyana y su esposo aceptaron hacer el intento. «Hice todos los procedimientos con una sonrisa en la cara, tal como lo muestran las fotos, por tener la oportunidad de salvar a mi hijo. De alguna manera, cuando te conviertes en madre, nace una fuerza colosal», contó la joven a BBC.

Fueron casi cuatro horas de operación, sin anestesia . Polyana ya estaba embarazada de ocho meses. « Era la última oportunidad de salvar al bebé . Pero fue gratificante, porque funcionó», recuerda la periodista.

«Las cosas sucedieron de una manera muy mágica, milagrosa. La prueba del milagro es que el bebé no tiene cicatriz. Ese milagro fue completo. Tiene nombre de guerrero, no me extraña. Incluso antes de que naciera, se enfrentó dos batallas y las ganó», agregó la madre. Ragnar nació el 28 de mayo, por cesárea, con un peso de 3,2 kilos y 49 centímetros. «Tiene sed de vida», dice su madre.

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