No hay voz más autorizada en España para hablar de cuidados al final de la vida que la de Marcos Gómez Sancho . Cuando este especialista conoce un nuevo caso de eutanasia, como el
de María José Carrasco,
solo piensa en los más de 75.000 enfermos que no los reciben y sufren. «Cree que la medicina ha fracasado con los enfermos incurables, pero la eutanasia no es la respuesta», asegura. Tampoco lo considera progresista. «Atender al que sufre es progresista; acabar con él es retrógrado y reaccionario», dice este doctor.
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