Un estudio vincula la hidroxicloroquina, el fármaco impulsado por Trump, con más muertes y riesgo cardiaco

Se trata de un fármaco utilizado durante décadas contra la malaria y que ha sido impulsado con fuerza por el presidente de EE.UU

Uci del Hospital Vall d' Hebrón EFE

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Un análisis sobre casi cien mil pacientes de Covid-19 publicado por la revista científica ‘The Lancet’ ha encontrado relación entre la hidroxicloroquina y un mayor riesgo de muerte y de complicaciones cardiacas. Se trata de un fármaco utilizado durante décadas contra la malaria y que ha sido impulsado con fuerza por el presidente de EE.UU., Donald Trump, como un tratamiento efectivo, a pesar de la escasez de pruebas que así lo demuestran. Esta semana, Trump ha reconocido que toma el medicamento desde hace semana y media y ha animado a los estadounidenses a hacerlo.

Hasta ahora, no se han determinado apenas beneficios de la hidroxicloroquina en la docena de estudios que se han realizado para tratamiento de coronavirus, y se han repetido evidencias de mayor riesgo de muerte y de arritmias.

Este estudio es, de lejos, el más amplio de los publicados hasta ahora, con 96.000 pacientes de todo el mundo. De estos, a 15.000 se les administró hidroxicloroquina o un fármaco similar -cloroquina- o combinaciones con antibióticos. Es un estudio que analiza resultados médicos, no un ensayo con pacientes divididos en grupos de forma aleatoria, la práctica más sofisticada a la hora de obtener conclusiones sobre un fármaco.

Pero el tamaño del estudio es suficientemente grande como para que sus resultados sean decisivos, según algunos expertos. “Los resultados no ofrecen ninguna razón para el optimismo sobre la utilidad de estos fármacos en la prevención o el tratamiento del Covid-19”, aseguró David Maron, director de cardiología preventiva en la faculta de Medicina de Stanford, a ’The Washington Post’.

A los 15.000 pacientes analizados se les administró hidroxicloroquina o cloroquina en las 48 horas siguientes a su diagnóstico de Covid-19. La edad media era de 54 años y no se incluyó a quienes estaban ya con ventilador por dificultades respiratorias ni quienes se les administro remdesivir, un fármaco que sí ha demostrado algunos beneficios limitados en el tratamiento del virus.

Comparados con el grupo de control, quienes tomaron hidroxicloroquina tuvieron un riesgo un 37% mayor de muerte y un 137% mayor de arritmias . En el caso de la hidroxicloroquina combinada con el antibiótico acitromizina, que es lo que toma Trump, los resultados son peores: un riesgo un 45% mayor de muerte y un 411% mayor de problemas cardiacos. Con la cloroquina y su combinación con el antibiótico, los resultados son similares.

El autor que ha dirigido el análisis, Mandeep Mehra, profesor de la faculta de Medicina de Harvard, concluye que los fármacos “no deben ser utilizados fuera de ensayos clínicos” y que se necesita una “confirmación urgente” de estos resultados en ensayos clínicos aleatorios.

La conclusión va en la misma línea que la advertencia de la Agencia de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, en sus siglas en inglés), que el mes pasado recomendó que solo se utilizara la hidroxicloroquina en hospitales -donde hay una supervisión constante de las constantes cardiacas de los pacientes- o en ensayos clínicos.

La advertencia de la FDA fue un jarro de agua fría para Trump, que durante semanas había promovido el uso del fármaco como un algo que podría “dar la vuelta al partido” en la batalla contra el Covid-19. “¿Qué se puede perder?”, dijo y una otra vez sobre un fármaco que se ha utilizado durante décadas con seguridad para la malaria y el lupus.

Cuando aparecieron estudios con muchas dudas sobre la hidroxicloroquina, y ante la cautela que mostraban los expertos médicos de la Casa Blanca, Trump dejó de hablar de ella durante un tiempo. Pero esta semana, sorprendió a los periodistas cuando anunció de forma intempestiva que la estaba tomando como prevención ante el virus. En las últimas semanas han aparecidos positivos de Covid-19 en el personal de la Casa Blanca , y el presidente ha extremado las precauciones. Por ejemplo, todo el mundo a su alrededor lleva mascarilla (excepto él, que se niega a usarla en público “para no darle el gusto a la prensa”, según dijo este jueves).

“La empecé a tomar porque pienso que es buena”, dijo el presidente, que el jueves aseguró que lo tomaría “uno o dos días más”. “He escuchado muchas historias buenas. Y si no es buena, os lo diré. No me va a hacer daño”, añadió.

“Quiero que la gente del país se sienta bien”, insistió Trump sobre el fármaco, del que dijo que lo tomaban muchos profesionales en la primera línea contra el virus. “No quiero que se pongan enfermos. Y hay muchas posibilidades de que esto funcione, sobre todo al principio”. Las posibilidades de que tenga beneficios parecen cada vez menores. Todo lo contrario que los riesgos.

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