Precisamente por ello, algunas personas se han visto motivadas a buscar pastillas de yodo . El motivo no es otro que este mineral protege la tiroides de la radioactividad que se expulsa a la atmósfera y que puede hacer que se desarrolle cáncer de tiroides .
Sin embargo, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) ha llamado a la «tranquilidad» a la población, sobre todo porque las pastillas de yodo que se venden en las farmacias no son eficaces contra un posible ataque nuclear.
La explicación es sencilla. En una emergencia nuclear la dosis necesaria para paliar los efectos está en los 130 miligramos, lo que da lugar a entre 400 y 1.300 pastillas para llegar a dicha cifra. En las farmacias, las que están a la venta tienen entre 0,1 y 0,3 miligramos, tal y como recoge Ep.
En el hipotético caso de que se produzca un ataque nuclear se repartirían las pastillas de yodo con las dosis correctas de forma protocolaria a la población.
El yoduro de potasio se debe tomar cuando las autoridades de salud pública lo consideren necesario. Por este motivo, la población general no tiene por qué hacer acopio de este mineral ni se debe tomar como medida preventiva, tal y como se señala en un documento de Dirección General de Protección Civil y Emergencias.
Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud recomienda tomar el yodo en un periodo de entre menos de 24 horas antes y de 2 después del inicio previsto de la exposición. La ingesta del mineral 8 horas después seguiría siendo efectiva, pero pasadas las 24 horas no tendría ninguna protección.
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