Escocia prohíbe por ley el castigo físico a los menores

De media, los casos de violencia contra los niños se han multiplicado por cuatro en España

Una madre regaña a su hija Yuganov Konstantin

Ivannia Salazar Saborío

« Ninguna forma de violencia contra los niños y niñas es justificable ». Así de tajante es el mensaje de las Naciones Unidas. Desgraciadamente, la violencia contra los menores de edad está justificada, aprobada o simplemente tolerada en alguna medida en prácticamente todos los entornos sociales y culturales. Pero muchos gobiernos han dado a lo largo de los años el paso para proteger a los más pequeños a través de la ley. Escocia es el último país que se ha sumado a esta medida , tras haber aprobado una ley que castiga penalmente a quien inflija cualquier tipo de castigo físico a un menor.

El proyecto de ley fue presentado por el Partido Verde Escocés y recibió el apoyo del gobierno del Partido Nacional de Escocia. Fue aprobado el pasado jueves por la noche, con 84 votos a favor y 29 en contra. Y, según fuentes del partido, «está diseñado para brindar a los niños la misma protección contra la violencia familiar al eliminar la defensa del "asalto justificable" en la ley escocesa». Hasta ahora protegía a los adultos de todas las formas de violencia física. Sin embargo, el artículo 51 de la Ley de justicia penal de 2003 establecía la existencia del «asalto justificable» en el caso de los niños, lo que significaba que castigar físicamente a un niño era un derecho de los padres. La nueva normativa elimina este derecho.

En Gales también existe esta prohibición desde el pasado marzo, mientras que en Inglaterra e Irlanda del Norte actualmente se permite la práctica del «castigo razonable» . Las investigaciones apuntan que entre el 70 y el 80 por ciento de los padres del Reino Unido han castigando físicamente a sus hijos.

A quienes se llevan las manos a la cabeza defendiendo el «cachete a tiempo» y otras formas de violencia contra los niños, valdría la pena recordarles que hasta hace solo 46 años los maridos tenían derecho a agredir a sus mujeres como ahora se supone que deben tenerlo los padres sobre los hijos. El Código Penal español contemplaba, hasta su eliminación en 1963, el «derecho del marido» a matar a su esposa si le era infiel.

De ahí que el mensaje de la ONU y otros 57 países sea claro: «Los niños y las niñas nunca deben recibir menos protección que los adultos», según se lee en el «Informe mundial sobre la violencia contra los niños y las niñas» encargado por el secretario general de las Naciones Unidas.

Derechos iguales para todos

«Los niños y niñas no son mini-seres humanos con mini-derechos humanos. Pero mientras los adultos continúen considerándolos como tales, la violencia contra ellos persistirá». Las palabras son de Maud de Boer-Buquicchio, ex secretaria general adjunta del Consejo de Europa. Por eso la misión es que los derechos humanos sean iguales para todos, incluidos los más pequeños, algo que ya está contemplado en las leyes de países como Suecia, que fue el primero en aprobarla en 1979 , otros europeos como Dinamarca, Croacia o Alemania, de otras latitudes como Cabo Verde, Nepal o Argentina y también España, que prohibió explícitamente los castigos corporales contra los menores en el 2007. Francia lo hizo este año.

Pero la ley es solo un paso necesario, no la solución definitiva. Los casos de violencia contra los niños se han multiplicado por cuatro en España de media y ha aumentado la frecuencia diaria, la duración y la gravedad (el 98,5 % son de gravedad alta o media), según el estudio «Evolución de la violencia a la infancia en España según las víctimas» 2009-2016, de la Fundación ANAR y el 60% de las agresiones se produce en el entorno que debería ser el más seguro para los niños: la familia.

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