El drama del coronavirus en Italia: ya escogen qué pacientes van a la UCI por la falta de puestos

«Hasta hace tres semanas, hicimos todo por cada paciente; ahora debemos elegir qué pacientes colocamos en cuidados intensivos», afirma un responsable sanitario

Ante el incremento de los contagiados, el 12,6 % (31.506 en total), y los muertos (2.503; en un solo día 345), el gobierno dispuesto a endurecer aún más la medidas de aislamiento

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La situación en muchos hospitales italianos se hace cada día más dramática por la crisis del coronavirus . En el hospital Papa Giovanni XXIII de Bérgamo dan la alarma porque sus 80 puestos de cuidados intensivos están siempre ocupados. En esta ciudad de 120.000 habitantes han muerto por coronavirus 385 personas en una semana. Desde hace días los médicos temían que se llegara a esta situación catastrófica. El doctor Roberto Consentini, jefe médico del servicio de urgencias del citado hospital preveía este colapso al advertir al emplear términos como «guerra» y «terremoto» para describir la situación: «Cada día nos llegan entre 60 y 80 enfermos todos graves, cuando poco antes estaban sanos y fuertes». En este hospital hay ingresados 400 pacientes con coronavirus. El director sanitario del Papa Giovanni XXIII, el doctor Fabio Pezzoli admite con angustia que están desbordados: «Lo digo con palabras claras, los 80 puestos de cuidados intensivos están constantemente ocupados, siempre. Y siempre por pacientes con el Covid-19», declara el doctor Pezzoli al «Eco di Bergamo».

Como en la guerra

Al estar siempre ocupados los 80 puestos de cuidados intensivos, cuando se libera uno los médicos tienen que elegir a quién salvan entre los pacientes más graves, como se hace en una situación de guerra: «Hasta hace tres semanas, hicimos todo por cada paciente; ahora debemos elegir qué pacientes colocamos en cuidados intensivos. Esto es catastrófico», manifiesta el doctor Niorco Nacoti del departamento de terapia intensivadel hospital Papa Giovanni al Wll Street Journal.Tiene fama este policlínico, como otros del norte de Italia, de ofrecer una excelente medicina y con mucha eficacia, con respuesta rápidas para los pacientes. Ahora sus líneas telefónicas para responder a emergencias están saturadas. Incluso llamadas para atender a una persona con infarto deben esperar al menos una hora colgadas al teléfono. El doctor Angelo Giupponi, coordinador para dar respuesta a las emergencias, destacó que su equipo atiende 2.500 llamadas diarias. Todos los departamentos están desbordados, incluyendo, por supuesto, el servicio de ambulancias. El doctor Giupponi reconoció que la epidemia les cogió totalmente desprevenidos, lo que está agravando la tragedia: Los técnicos y conductores de las ambulancia al no haber sido preparados para prevenir los contagios, se han visto infectados muchos de ellos, y ya se ha registrado algún muerto, como Diego Bianco, de 40 años. Ante la situación trágica del hospital, han tenido que llegar en los últimos días algunos médicos militares. Ante la emergencia, los el cuerpo del ejército los «Alpini» han montado un hospital de campaña.

En en el mismo epicentro del coronavirus, en Zingonia, un municipio de 4.300 habitantes cercano de Bergamo, en el policlínico San Marco, médicos y enfermeros deben trabajar día y noche para atender a un creciente número de infectados. Una enfermera ha filmado un impresionante video en el que se ven pacientes en los pasillos y en todos los huecos del policlínico . Los habitantes de Zingonia, al ver el esfuerzo sobrehumano del personal sanitario, le mostraron su agradecimiento colocando a la entrada del hospital un cartel en el que se leía: «Sois nuestros héroes».

Hasta 12 años de cárcel

Para ganar la guerra del coronavirus, el gobierno italiano estudia nuevas medidas para cerrar Italia a canto . El comité sanitario que asesora al gobierno subraya que solo hay un arma decisiva para vencer esta guerra contra el Covid-19: El aislamiento, quedarse en casa y no salir a la calle. Los italianos que no quieran permanecer encerrados en sus casas, tendrán que hacerlo en la cárcel . La ministra del Interior, Luciana Lamorgese, ha ordenado al jefe de la policía, Franco Gabriele, y a los delegados del gobierno en toda Italia, que controlen al máximo a los ciudadanos que estén en la calle e impongan las más duras sanciones si no pueden justificarse. Para salir a la calle se debe llevar rellenar una autocertificación –el módulo se obtiene por Internet en la web del Ministerio del Interior y se puede descargar también de algunos periódicos- en el que se declara «no estar en cuarentena». Si miente, se le impone una sanción penal hasta 12 años de cárcel .

A todas horas las autoridades hacen llamamientos para convencer a los ciudadanos que no deben salir de casa. El endurecimiento de las medidas se decidió al comprobar que el número de contagiados sigue aumentando, así como el de quienes abandonan el aislamiento sin motivos justificados; gracias a los teléfonos móviles, se ha podido comprobar que en las ciudades sigue saliendo demasiada gente (en la región de Lombardía, los controles de los móviles han detectado que un 40 por 100 de personas de desplaza). En el boletín ofrecido en la tarde de ayer las personas afectadas por el coronavirus eran 31.506, lo que supone un incremento de 3.526 (+12,6 %) con respecto a la jornada del lunes; los fallecidos eran 2.503, con un aumento de 345 muertos en un solo día. Los técnicos esperan que el pico de contagios se alcance en una o dos semanas.

Posibilidad de medidas más duras

Desde el 11 de marzo -día de la entrada en vigor del decreto que impone no salir de casa- hasta ayer, han sido controladas 1.250.000 personas y más de 400 tiendas y locales comerciales. Se impusieron más de 35.000 denuncias. Si en los próximos días las denuncias continúan, el gobierno adoptará medidas más duras «para frenar el virus, cueste lo que cueste», según confirmó la ministra del Interior. Los delegados del gobierno en el sur de Italia piden que intervenga el ejército para reforzar la vigilancia .

A la luz del incremento en el numero de contagiados y de las denuncias a quienes violan la ley, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte estudia ya prorrogar el decreto en el que se estableció a toda Italia como «zona roja», cuya fecha de vencimiento era el 3 de abril. Conte dijo entonces: «Italia ha sido el primer país europeo golpeado. Después tocará a los demás. Ninguno puede considerarse inmune». Solo han pasado diez días y parece que se hubiera consumado una época. Giuseppe Conte, reforzado políticamente al ver que se está imponiendo en los demás países el «modelo italiano» de aislamiento, ha pedido a sus colegas europeos en videoconferencia una respuesta común europea para evitar exponer a Europa a las reacciones y especulaciones de los mercados: «Que nadie se piense que quedará al margen de este tsunami económico-social», advirtió Conte. El primer ministro italiano ha propuesto la creación de un fondo de garantía europeo, «para que sirva a financiar con urgencia todas las iniciativas de cada gobierno con el fin de proteger sus propias economías».

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