Cuatro de cada diez humedales en España están en situación preocupante

Al sureste de Madrid y siguiendo el curso del Jarama se suceden un rosario de lagunas, que fueron antiguas graveras, y que ahora son un lugar de importancia para la invernada de aves acuáticas. Nada más comenzar nuestro paseo a la orilla de una de ellas, la del Campillo, vemos ánades azulones, cucharas, fochas comunes, cormoranes... y en el cielo una bandada de gaviotas que nos indican que estamos cerca del vertedero de Valdemingómez, fuente de alimentación importante para las aves. Blas Molina, del Área de Estudio y Seguimiento de Aves en SEO/BirdLife, explica que esa es la razón por la que en la zona en la que estamos se haya asentado una de las colonias de cigüeña blanca más importantes de España, y que ya es paso obligado para las que vienen de Europa a pasar el invierno.

La bruma cubre aún la laguna. «Si el sol se levantara -dice Molina- veríamos una nube de 200 o 300 cigüeñas que ahora están en su migración primavera»».

También el vertedero, junto con la abundancia de conejo en la zona, está detrás de que en esta área habite la colonia más importante de España de milano negro. ¿Pero qué pasa con las aves acuáticas? «Aquí en El Campillo hay menos porque ha empeorado la calidad del agua, está más turbia», explica Molina. Y este problema del empeoramiento en la calidad del agua es común a la situación en la que se encuentran los humedales en España.

Bahía de Cádiz

El 40% de los más importantes -aquellos que pertenecen al Convenio Ramsar- presentan un estado de conservación «preocupante», denuncian desde SEO. Entre los «puntos negros», o en estado «pobre o muy pobre», detectados por los técnicos de esta organización están la Albufera de Valencia, la Bahía de Cádiz, el Delta del Ebro y Tablas de Daimiel. Aunque cada uno de estos lugares presentan problemas y particularidades específicas -Daimiel está acosado por la extracción de agua de los acuíferos y por la contaminación de nitratos y fosfatos; en la Albufera la renovación del agua se realiza cada vez con menos frecuencia por la falta de aportes, etc- el peor estado de las masas de agua es común a todos ellos.

Con motivo de la celebración el 2 de febrero del Día Mundial de los Humedales, desde SEO quieren llamar la atención para revertir la situación, porque «la realidad es que España ha perdido ya demasiados humedales», apunta el coordinador de Conservación de la organización, Juan Carlos Atienza. Se estima que en torno al 60% de su superficie ha desaparecido, principalmente en los últimos 50 años. «Es posible invertir la tendencia -explica Atienza-, como demuestran las acciones de conservación y restauración que ha llevado a cabo nuestra organización en puntos como Riet Vell, en el Delta del Ebro, o Astillero, en Cantabria, pero para ello es necesario pensar en un modelo de gestión del agua que responda a las necesidades de estos frágiles hábitats».

Falta de coordinación

David Howell, coordinador del Área de Políticas Ambientales de SEO/BirdLife, apunta que el problema es «la ausencia de coordinación y sintonía» entre los planes de gestión de estos espacios húmedos y los planes hidrológicos de cuenca. «Estos últimos -prosigue- deberían garantizar el agua que estipulan los planes de gestión de los humedales. Esto es, hay que integrar a los humedales en las políticas de aguas».

España cuenta con 74 humedales de importancia internacional, siendo el tercer país del mundo con más humedales catalogados así dentro del convenio Ramsar, precedido de Reino Unido, con 170, y México, con 142. Nuestros humedales dan cobijo cada invierno a más de un millón y medio de aves -dos millones, en los mejores años- y, en la época reproductora, son el hogar de especies amenazadas como la cerceta pardilla, la malvasía o la focha moruna. «Pero este año está siendo bastante flojo en aves acuáticas», cuenta Blas Molina.

Escasas precipitaciones

La falta de precipitaciones unido a las temperaturas algo más altas en sus países de origen pueden estar detrás de este cambio de comportamiento. Y es el caso del ánsar común en las lagunas de Villafáfila (Zamora). «Antes venían de Escandinavia y pasaban el invierno unos 100.000 ejemplares, este año estimamos que lo han hecho unos 30.000». O el morrón moñudo, un pato que le gusta bucear, algo que no podía hacer en un mar Báltico congelado. «Como ahora hay zonas que no se congelan no realiza esa costosa y larga migración a nuestro país».

Y es que los humedales son verdaderos puntos calientes de biodiversidad. «Las zonas húmedas del Amazonas concentran la mayor biodiversidad mundial -explica Molina. No solo aves, también anfibios, reptiles, plantas, helechos, algas, bacterias...». Y también son el lugar y medio de vida de más de mil millones de familias, especialmente en África, Asia y América. Además, más de 660 millones de personas dependen de la pesca y la acuicultura que se producen en los humedales. Por eso, el lema del Día Mundial de los Humedales este año es «Humedales para nuestro futuro, medios de vida sostenibles».