Críticas al Príncipe Carlos por apoyar a un obispo acusado de abusos
Peter Ball, amigo de Carlos de Inglaterra, cumplió 16 meses de prisión por abusar sexualmente de una treintena de menores
Cuando cumple 50 años como heredero de la Corona británica, Carlos de Inglaterra proitagoniza una polémica relacionada con la Iglesia Anglicana, de la que será cabeza cuando ascienda al trono. Se le acusa de utilizar su posición e influencia para dar apoyo a un obispo que fue condenado por abusos sexuales a menores .
La Comisión para la Investigación de Abusos Sexuales a Menores de la Iglesia Anglicana cuestiona el papel del Príncipe de Gales con respecto al trato de favor que dio a Peter Ball, exarzobispo de Gloucester, que fue condenado por delitos sexuales contra 33 adolescentes y niños que acudían a él para que los guiase espiritualmente. El informe dice que «las actuaciones del Príncipe de Gales estuvieron muy mal informadas. Su intervención, y la del personal a su servicio, pudieron ser interpretadas como expresiones de apoyo a Peter Ball , y dado el futuro papel del Príncipe de Gales en el seno de la Iglesia de Inglaterra, tuvieron el potencial de influir en las medidas que adoptó la Iglesia».
El exarzobispo, de 87 años, procuró rodearse de gente influyente del Reino Unido, como miembros del Parlamento, rectores de importantes colegios provados o el propio Príncipe de Gales, que le escribían cartas de apoyo. Las autoridades eclesiásticas inglesas conocían muchas de las acusaciones y no hicieron nada para evitar que Bell fuera nombrado Arzobispo de Gloucester en 1991. Eso sí, se le advirtió de que «ya no podía haber más niños» . Tras renunciar a su cargo, fue devuelto a su posición anterior. Ball ingresó en prisión en el año 2015 y fue liberado tras cumplir la mitad de la condena de 32 meses que se le impuso.
El hijo de Isabel II mantuvo una estrecha amistad con Ball durante más de 20 años. En una de las cartas que le escribió el Príncipe en 1995 afirmaba a su amigo que estaba siendo víctima de «monstruosos errores» y llegó a intervenir personalmente para que pudiera continuar oficiando servicios religiosos, contactando con la cabeza de la Iglesia Anglicana, el arzobispo de Canterbury. La Comisión mantiene que el tono que empleaba el miembro de la familia real «sugería más cordialidad que buena educación», ya que Carlos de Inglaterra se defendió diciendo que «tan solo trataba de ser educado» y alegando que nunca llegó a entender el alcance de los delitos de Ball hasta que fue encarcelado.
Un portavoz de Clarence House, la residencia oficial del Príncipe Carlos y Camila de Cornualles, ha asegurado que los pensamientos de Carlos de Inglaterra «están con las víctimas que sufrieron estos abusos durante años» y que está profundamente arrepentido de haber sido objeto de engaños de Peter Ball durante tantos años. Además, aclaran que nunca usó su influencia para condicionar las actuaciones de la Iglesia Anglicana.
Alexis Jay, vicepresidenta de la Comisión ha expresado que «Peter Ball es un ejemplo de cómo un miembro veterano de la Iglesia fue capaz de abusar durante décadas de adolescentes y jóvenes vulnerables. El apoyo público que recibió refleja la cultura de la Iglesia durante todo ese tiempo ; un apoyo que en muy raras ocasiones se extendió a las víctimas».
Tan solo unos días después del nacimiento del hijo del Príncipe Enrique y Meghan Markle , la casa real británica se ve sumergida en un nuevo escándalo que deteriora la imagen del heredero al trono , resonando con fuerza la opción de que, cuando se produzca la sucesión, sea el Príncipe Guillermo quien asuma el reinado.
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