El Corte Inglés, Mercadona, BBVA o Renfe: decisiones diferentes en el primer día sin mascarillas

Inditex decide retirarla por norma general; Carrefour o Caixabank la mantienen; y algunas como Iberia aún esperan a definir un protocolo

Manual de uso para el primer día sin mascarillas

Darias acude sin mascarilla a una empresa donde se obliga a sus trabajadores a llevarla, no así a las visitas

Misma empresa hoy (la consultora de Marketing Alkemy), que ha decidido retirar la obligación de llevar mascarilla: cada empleado decide por su salud EFE
Érika Montañés

Esta funcionalidad es sólo para registrados

700 días han pasado desde que el otrora ministro de Sanidad, el socialista Salvador Illa, 'colocase' a toda la población española un nuevo elemento, protector frente al coronavirus, y que se ha convertido en un icono pandémico. La mascarilla. En este tiempo, el ciudadano se ha hecho un curso acelerado para diferenciar mascarillas quirúrgicas, higiénicas o FFP2 de un simple y anodino 'bozal', como se la tachaba al principio. Desde este miércoles, 20 de abril, y según palabras de la ahora ministra de Sanidad, Carolina Darias , en el programa 'Más de uno' de Onda Cero, la filosofía y norma general es que «dejan de ser obligatorias en España». Por eso, ella misma ha dicho que quería «dar ejemplo» y que, como invitada en una empresa de comunicación cuyo servicio de prevención ha decretado que sea obligatoria llevarla por parte de sus empleados hasta el próximo 1 de mayo, ella ha concedido la entrevista despojándose de ella.

Se le ha interpelado en varias ocasiones por todas las dudas legales que envuelven las condiciones de uso en los puestos de trabajo, y como hiciera ayer tras el Consejo de Ministros que aprobó el Real Decreto publicado esta mañana en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y que pone fin a esta protección que tapa boca y nariz, la ministra ha reiterado que dependerá siempre del servicio de prevención, la evaluación del riesgo que haga en un entorno laboral determinado y si hay riesgo para la salud por las características de la plantilla y el trabajo, así como la calidad del aire dentro de las instancias. La guía de Sanidad para la prevención de riesgos laborales , actualizada este mismo miércoles, no da ninguna indicación concreta a las empresas, sino que reitera cuáles son las personas más vulnerables ante la enfermedad, al igual que hace el BOE: mayores de 60 años, embarazadas y personas inmunodeprimidas.

«Dependerá de la evaluación del riesgo en el puesto de trabajo, no del riesgo pandémico», ha aclarado Darias. Aun así, la ministra canaria ha reconocido que no existe ni consenso científico ni unanimidad en el criterio. Solo tres países de nuestro entorno, no obstante, Italia, Portugal y Grecia, mantienen la obligación de llevar mascarilla en los interiores, todos ellos con fecha para su retirada.

En las empresas, la consigna general que encontramos este miércoles es la de la retirada de la mascarilla, por norma general, y su uso con plena libertad. Así lo han decidido grandes empresas de distribución, como El Corte Inglés, o de alimentación, como Mercadona . Aunque también encontramos que el tejido empresarial se debate todavía sobre la conveniencia o no de quitarla, y están las compañías que las mantienen, las que solo las recomiendan y otro reducido grupo que aún no ha diseñado un protocolo específico:

El Corte Inglés comunicó hace una semana a sus más de 80.000 empleados un protocolo en el que prima la prudencia . Curiosamente, establece algunas excepciones que resultan llamativas, en la práctica: todos los empleados, dijeron fuentes de la compañía, tendrán a su disposición mascarillas por si la ocasión o el cliente lo requiriera si están en atención directa con el cliente. Así, los 80.000 empleados del grupo deberán seguir utilizando las mascarillas en algunas situaciones, como cuando se esté atendiendo a un cliente con proximidad física, por ejemplo en pruebas de maquillaje o composturas; siempre que se atienda a un cliente que, a su vez, sí esté haciendo uso de su mascarilla (en atención, señala, a las normas de cortesía y convivencia); durante la atención de mesas y barra en hostelería, platos preparados y pastelería; o durante la atención de un mostrador de frescos (supermercados y gourmet). Asimismo, también serán obligatorias en los servicios sanitarios de la empresa, tanto por sus profesionales, como por los trabajadores que acudan a las instalaciones. En cualquier caso, los empleados podrán hacer uso de su mascarilla cuando consideren, aunque no se trate de una de las situaciones anteriores.

En la empresa de Juan Roig , se ha determinado que el uso de la mascarilla entre los 93.000 empleados de Mercadona será voluntario, informa Alberto Caparrós . La empresa recomienda su empleo en los casos de trabajadoras embarazadas, mayores de 60 años e inmunodeprimidos. La francesa Carrefour es otro de los grandes retailers que mantendrá la mascarilla en los centros de trabajo y se estudiarán nuevas medidas a medida que los acontecimientos sanitarios evolucionen.

Cuando pidas la hamburguesa esta noche no encontrarás diferencias . En la mayoría de cadenas de copida rápida, por ejemplo Burger King o Popeyes, ambos del grupo franquiciador Restaurant Brands Iberia, se ha adoptado que «por motivos de seguridad y salud de trabajadores y clientes, a partir del próximo día 20 de abril nuestros empleados continuarán llevando mascarillas en los restaurantes hasta analizar cómo avanza la situación próximamente».

La confusión era palpable hoy en el Metro y los aeropuertos: la mayoría la llevaba puesta

Uno de los lugares que más confusión ha generado este primer día de redescubrimiento de las sonrisas y los besos como gesto de saludo han sido los andenes del Metro , las estaciones de tren y los aeropuertos. En el Real Decreto se ha estipulado que en esos lugares no es necesario llevarla, si bien hoy las escenas eran que la mayoría las sigue llevando puestas, para no tener que hacerlo al entrar en el vagón del suburbano o el autobús, tren o el avión. Fuentes de la compañía Renfe han respondido a este periódico acerca de la decisión adoptada por su Área de Prevención y Riesgos Laborables: se establece el uso obligatorio de la mascarilla en aquellos espacios y lugares de trabajo donde no se pueda mantener la distancia de seguridad de 1,5-2 metros y no se disponga de mampara de protección y, específicamente, en los siguientes casos:

• Cabinas e conducción, cuando haya más de una persona en ese mismo espacio.

• Lugares de uso común (salas de descanso, aseos, vestuarios, office, comedores, cafeterías, etc.).

• Interior de los trenes y estaciones cerradas.

• Centros de trabajo de atención al cliente directo.

• Centros sanitarios.

• Trabajos en equipo en espacios reducidos en los talleres.

• En las aulas de formación.

Iberia espera

Otra gran empresa de este país, la aerolínea Iberia , aún no ha tomado tal decisión. Fuentes de la empresa concretan que «los aviones y en los aeropuertos, se aplica el Real Decreto publicado hoy y, en cuanto a nuestras propias instalaciones, en los próximos días nuestro Servicio de Prevención y nuestros Comités de Prevención establecerán la política de uso de mascarillas en cada caso». El servicio de Recursos Humanos de Telefónica, comentan a ABC desde la operadora española, ha acordado hoy prescindir del uso de las mascarillas en las instalaciones «siempre que se ocupe el puesto de trabajo». No obstante, también se recomienda hacer un uso responsable de la mascarilla y mantener una correcta higiene de manos. Las salvedades a esta norma se producirán en zonas comunes: aseos, ascensores o escaleras; en salas de reuniones, cuando la ocupación supere el 60% de su capacidad: cuando se presenten síntomas respiratorios (tos, estornudos...) compatibles con Covid-19, aún sin diagnóstico positivo: y en los Centros de Prevención y Salud propios, tanto en Madrid como en Barcelona. Las personas que realicen su trabajo en el domicilio del cliente continuarán usando los equipos de protección habituales, concreta Telefónica.

Los 'líos' se han sucedido hoy entre punto y punto de la misma ciudad, por ejemplo, entre un bar y otro que han tomado decisiones diferentes para sus empleados . Cautela ha sido la palabra más coreada en todo el país, que tampoco ha vivido un vuelco total a su rutina por dejarse la protección en el bolsillo. Así lo declaraban muchos usuarios dentro de mercados de abastos. Tampoco se tenía claro en muchos centros comerciales, donde se entra desde hoy sin mascarilla, pero hay que ponérsela para comprar dentro de la farmacia en el interior del mismo centro. «No se puede expulsar de ningún comercio por no llevarla», ha respondido tajante la ministra de Sanidad a este supuesto, aunque los abogados laboralistas de Legálitas discrepan en torno a que un «los empresarios podrán obligar a llevarla en sus negocios basándose en el derecho de admisión», regulado en cada autonomía.

«El propietario del establecimiento puede reservarse el derecho de admisión, que se aplica cuando el dueño excluye a terceros del acceso al mismo por razones objetivas y justificadas, por lo que sí puede limitar la entrada en su local a las personas que entren sin mascarilla y que podría estar justificado por el uso de un espacio cerrado en los que las personas transitan o permanecen un tiempo prolongado. Esto es posible si cuenta con la autorización de la administración y hubiera informado mediante un cartel visible sobre dicha reserva en la entrada del establecimiento por causas objetivas y justificadas, pudiendo tratarse una infracción administrativa el hecho de impedir la entrada de forma arbitraria o abusiva», señalan desde Legálitas, lo que ya augura un cierto nivel de litigiosidad entre consumidores y establecimientos que así lo estipulen. Según señaló ayer a este diario el letrado Sergio Herrero , ese nivel de conflictividad se puede disparar si se mantiene la obligación de llevar mascarilla durante mucho tiempo en algunos negocios.

Patxi es camarero en un bar cel Restaurante Terranostra, en el centro de Madrid José Ramón Ladra

Los camareros valoran la medida

En el restaurante Terranostra, situado en pleno centro de Madrid, tras el templo de San Jerónimo el Real, los cinco empleados que trabajan en él recibieron con buenos ojos la buena nueva. «Me parece genial porque llevo dos años trabajando de cara al público y en ningún momento me he contagiado; ni yo, ni ninguno de mis compañeros», cuenta Patxi a ABC. Y recuerda la paradoja que era, para sus clientes, tener que cubrirse boca y nariz para entrar al local y despojarse del cubrebocas al legar a la mesa. En su caso, a Patxi le alegra esta noticia porque le «fastidia» mucho: «Paso 8 horas con ella, y si te mueves rápido necesitas respirar mejor ; con la mascarilla me ahogo más».

En otros negocios particulares, como los hornos tradicionales y locales de comida para llevar regentados por pequeños comerciantes situados en el barrio de Benimaclet de Valencia, han decidido seguir usando la mascarilla por precaución, al tratarse de locales cerrados con poca ventilación, en los que el goteo de personas no cesa cada día y en los que se manipulan alimentos de forma artesanal. Misma línea seguirán, de momento, los restaurantes del grupo valenciano Saona. Tanto para el personal de sala como de cocina, la compañía ha decidido seguir manteniendo las mascarillas de forma provisional como medida preventiva, informa Toni Jiménez.

En los bancos, vía libre

En cuanto a los bancos, el BBVA ha decidido que sus empleados tienen suficiente distancia de seguridad para trabajar y buena ventilación, por lo que dan vía libre al uso de la mascarilla si se quiere, pero los empleados pueden retirarla. Idéntica decisión a la del Banco Santander. En el Grupo ha dejado de exigirse en cualquier tipo de espacio, incluidas las oficinas. Sí que será obligatorio, en virtud a lo aprobado por el Gobierno, seguir utilizándola en las lanzaderas y rutas internas entre edificios corporativos además de en los centros médicos de la entidad. Allí y con efecto inmediato, por otra parte, han dejado de estar vigentes las medidas como la distancia de seguridad o las restricciones de aforo; según confirman fuentes de la empresa, esto afecta a salas de reuniones, ascensores, restaurantes y resto de espacios públicos de sus edificios. Además, en el banco Santander vuelven a estar permitidos los eventos presenciales así como las reuniones con clientes y proveedores externos en sus edificios.

Sin embargo, desde el grupo Santander siguen inciendo en que aquellos que tengan síntomas compatibles con el Covid-19, estén o no vacunados, no acudan en ningún caso a su centro de trabajo. Recomienda, si existen dudas, utilizar la mascarilla si pese a todo tienen que acudir a su centro de trabajo. Para aquellos trabajadores vulnerables -Sanidad los establece así para mayores de 60 años, embarazadas y personas inmunocomprometidas- seguir haciendo uso de la prenda de protección, en particular si no es posible mantener la distancia con otros compañeros o clientes. Por otra parte, recuerda a sus empleados que las medidas de prevención y protección, como lavarse las manos y la propia vacuna, han demostrado ser muy efectivas en la lucha contra la pandemia. Además, desde el Santander se pide seguir mostrando respeto y flexibilidad hacia los compañeros que prefieran seguir utilizando la mascarilla.

En esta nueva ventanilla hacia la normalidad, no obstante, Caixabank ha decidido justo lo opuesto: sigue trabajando con las recomendaciones anteriores a esta nueva situación, es decir, utilizando la mascarilla siempre en interiores, un brete que también se le ha trasladado hoy a la ministra Darias. Ella ha resuelto que también los grandes bancos saben las condiciones «de ventilación» en que se halla una gran sucursal o una sucursal en «otra calle» de la misma u otra ciudad.

Inditex y Mango: lo opuesto

En empresas textiles diferentes, como el grupo Inditex o Mango , las decisiones también son opuestas: el primero las retira, salvo excepciones y la compañía de Isak Andic las mantiene. En Inditex, sin embargo, sí que contemplan diferentes escenarios según el lugar en el que cada empleado desarrolle su actividad. En las tiendas, por ejemplo, la utilización de la mascarilla será voluntaria para los empleados (a quienes la deseen utilizar, la empresa seguirá suministrándosela). En otras áreas más determinadas sí que seguirán recomendando su uso desde Inditex, como pueden ser las zonas compartidas de los vestuarios. En sus oficinas y centros logísticos se seguirá exigiendo, por ejemplo, en virtud de la norma vigente, esto es, para los traslados en autobús o en los servicios médicos y de fisioterapia.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación