La sentencia se conocerá previsiblemente el próximo 14 de junio
La sentencia se conocerá previsiblemente el próximo 14 de junio - FOTOLIA

Comienza el juicio a los padres del bebé belga de siete meses que murió por una dieta sin gluten

Los padres del pequeño Lucas se enfrentan a una posible condena de 18 meses tras basar su alimentación en leche de quinola tras supuestamente diagnosticarle un desorden alimenticio al pequeño

Madrid Actualizado: Guardar
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Ha comenzado en Bélgica el juicio por la muerte de un bebé de siete meses llamado Lucas, como consecuencia de la dieta sin gluten basada en leche de quinoa a la que le sometieron sus padres, Peter y Sadrina. Ambos son propietarios de una tienda de comida natural en la localidad de Beveren y se enfrentan a penas de 18 meses de prisión. Las sesiones del juicio, que han comenzado con las declaraciones de los fiscales en que se les ha atribuido responsabilidad en el fallecimiento de su hijo, concluirán previsiblemente el próximo 14 de junio cuando el tribunal tiene previsto dictar setencia.

Medios internacionales como «Metro» o «Daily Mail», han recordado que los hechos juzgados se remontan a la muerte de Lucas el 6 de junio de 2014, tras sólo pesar la mitad del peso recomendable para un bebé de su edad (cuatro kilos).

Según la autopsia practicada su estómago estaba totalmente vacío y , a pesar de que el bebé respiraba con dificultad en los días previos a su deceso, los padres nunca pensaron en pedir ayuda médica.

Precisamnte los fiscales han ahondado en este punto durante los primeros compases del juicio, para justificar su petición de 18 meses para los progenitores: «Los padres determinaron su propio diagnóstico, por el que su hijo era intolerante al gluten y tenía alergía a la lactosa», han criticado desde el Ministerio Fiscal. En este sentido, han añadido que «ningún médico tenía un historial sobre Luchas y los servicios sociales tampoco sabían nada sobre este caso».

De igual modo, los fiscales han criticado que se dirigieran a un médico homeópata al otro lado del país cuando el bebé estaba muriéndose de hambre, en vez de acudir al hospital más cercano. Peter, padre de Lucas, ha respondido que «nunca fuimos al médico con Lucas porque jamás notamos nada inusual».

«Nunca deseamos la muerte de nuestro hijo»

La madre del pequeño, Sandrina V ha añadido entre lágrimas que «algunas veces ganaba un poco de peso y otras lo perdía. Nunca deseamos la muerte de nuestro hijo», ha asegurado. Para su abogada, Karine Van Meirvenne, los padres creían que el pequeño tenía un problema alimenticio.

Para su letrada, «Lucas tenía un desorden con la alimentación y padecía cólicos cuando era alimentado con una botella y sus padres ensayaron varias alternativas como leche de avena, de arroz, de trigo o quinoa. Todos ellos productos que ya vendían en su tienda», ha justificado la abogada quien se ha encontrado con un fiscal quien ha apuntado que «esto equivale a denegarle intencionadamente comida al bebé».

Según «The Daily Mail», expertos locales como la pediatra Elisabeth De Greef del Hospital Universitario de Bruselas, alimentar a los niños con leche de quinoa y otros productos similares no es responsable: «No se ajustan a las necesidades de los bebés», ha concluido esta experta.

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