El coche del secuestro que dio nombre al Síndrome de Estocolmo, a subasta

Se trata del Ford Mustang que los secuestradores solicitaron para su huida

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Fue, con toda probabilidad, uno de los secuestros más famosos de la historia y el que ha dado lugar a lo que se conoce como el « síndrome de Estocolmo», acuñado por el psiquiatra y criminólogo sueco Nils Bejerot. Con este término se define la actitud psicológica de empatía que una persona secuestrada o retenida contra su voluntad desarrolla hacia sus captores. El ejemplo más conocido es el de Patricia Hearst, la heredera americana que se unió al Ejército Simbiótico de Liberación tras su secuestro en 1974.

Imagen de la web de subastas donde se puede pujar por el Mustang
Imagen de la web de subastas donde se puede pujar por el Mustang

Pero el origen del síndrome de Estocolmo se remonta al 23 de agosto de 1973, cuando cuatro empleadas del Kreditbanken de la plaza Norrmalmstorg de Estocolmo (Suecia) fueron secuestradas por Jan Erik Olsson, un delincuente que se encontraba en libertad provisional.

Olsson se atrincheró con ellas en el banco y exigió para su liberación un vehículo que fuera rápido para poder huir, tres millones de coronas suecas, revólveres y chalecos antibalas y la presencia de un antiguo compañero de prisión, Clark Olofsson.

Después de seis días de secuestro retransmitido en directo por las televisiones de todo el mundo, la policía entró en el edificio y liberó a las rehenes. Lo que sorprendió a los negociadores de la policía y a psiquiatras fue la relación de empatía que las mujeres habían desarrollado hacia Olsson y la ira y miedo que sentían ante la policía. En una de las llamadas desde la sala del banco, una de ellas, Kristin Ehnmark, pidió al primer ministro sueco Olof Palme que le permitiera huir con los secuestradores y llegó a decirle que tenía más miedo de la policía que de Olsson y su compinche.

Más de 40 años después, el Ford Mustang azul que nunca se utilizó para la huida pero que protagonizó primeros planos en todos los medios de comunicación está a la venta en la casa de subastas sueca Blockets y, según ha comentado a ABC Linnéa Agüero, su jefa de prensa, es uno de los anuncios que tiene más visitas. Su actual propietario, Mats Fahlgren, lo compró a un compañero de clase hace 20 años y no supo de su historia hasta hace poco tiempo. La intención de Fahlgren es venderlo aunque solo si el nuevo dueño decide mantenerlo en buen estado, y, en caso de que no llegue la oferta adecuada, tiene el propósito de conducirlo hasta la plaza Norrmalmstorg de Estocolmo en 2023 cuando se cumplan cincuenta años del secuestro.

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