Cierran la Plaza San Marcos de Venecia ante el riesgo de mayores inundaciones

Vuelve el miedo a Venecia con las previsiones de la marea . Las sirenas de alarma han vuelto a sonar. Se había previsto que el «acqua alta» llegaría a los 150 centímetros , pero se han revisado los cálculos y se estima que a mediodía se alcanzarán los 160 centímetros , a causa de un mayor viento del siroco. A las 9 la marea ha tocado los 120 cm, con la plaza San Marcos inundada , que ha sido cerrada. «Di órdenes a la policía local y a los carabineros para que se prohibiera el paso a la plaza, para que no corran peligro las personas», explicó el alcalde, Luigi Brugnaro.

Todo el centro histórico se ve así nuevamente inundado , así como algunas islas, áreas que han sufrido ya fuertes daños por el «acqua alta» del pasado martes que alcanzó los 187 centímetros, el segundo nivel de la historia después del año 1966 cuando se llegó a 194 centímetros.

A causa de la marea, los «vaporetti» —las embarcaciones para el transporte público— tuvieron que cambiar sus itinerarios y luego fueron suspendidos , lo que suele ocurrir cuando la marea alcanza los 140 centímetros. Las escuelas permanecerán hoy también cerradas.

La indignación entre los venecianos crece por el abandono en que se ha visto la ciudad. La mala gestión se refleja en el escándalo del proyecto MOSE (módulo experimental electromecánico), que evoca al personaje bíblico Moisés y la separación de las aguas del mar rojo. Se comenzó en el 2003 para salvar a Venecia de las inundaciones de las mareas y tenía que haberse acabado en el 2016 , pero con suerte solo se terminará el 31 de diciembre 2021. Tenía que haber costado 3.400 millones de euros y ya se llevan invertidos 5.500. Se comprende así la rabia de los venecianos por el retraso del proyecto, en parte debido a que en el 2014 se conoció un escándalo de corrupción por sobornos pagados a políticos y empresarios. Especialmente furioso se ha mostrado Arrigo Cipriani, el propietario del Harry’s Bar, el Restaurante-bar más famoso de Venecia: «Si el Mose no funciona, se deberían adoptar medidas contra quienes lo planearon y lo autorizaron. Han robado millones y ninguno está en la cárcel».