La belleza de Montánchez, amenazada

En el siglo XXI los pueblos que saben respetar su pasado son los que mejor saben construir su futuro

Diego Doncel

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Decía Erasmo de Rotterdam que cuando la falsedad sustituye a la verdad estamos condenados a vivir el infierno. Desde hace ya más de una década la Sierra de Montánchez, en Cáceres, parece estar en el centro de la diana de esa falsedad de la que habló Erasmo. En el corazón de Extremadura, con vistas a Mérida, Trujillo y Cáceres, Montánchez es sobre todo su paisaje, su castillo y su riqueza turística . Se le llama el Balcón de Extremadura porque desde aquí se ven las llanuras de ambas provincias, la sierra de Gredos y los campos que se extienden hasta Portugal. Es una isla en forma de montaña en medio de las dehesas.

El pueblo no deja de ser bellísimo, con sus casas blancas, sus calles estrechas excavadas en la roca, que toman forma en la antigua judería de El Canchalejo, un barrio colgado de un berrocal cuya arquitectura popular tiene el encanto de aquello que José Jiménez Lozano denominaría como Guía espiritual de Extremadura . Porque, en efecto, aquí, debido a esta belleza escondida y secreta, hubo hombres que vinieron a buscarse a sí mismos buscando a Dios , es decir, una forma de armonía. Por todo esto, Montánchez es para Extremadura un bien cultural de primera magnitud. Que esta riqueza de castaños, de robles, de águilas, de arroyos, de gargantas, de caminos de piedra puedan ser destruidos por esa amenaza que son unos parques eólicos, es tan grave como vender cualquier bien público.

La Sierra de Montánchez es la herencia que han dejado generaciones y generaciones de gentes y, más todavía, de pueblos y civilizaciones. Ir por estos campos y encontrar tumbas y poblados prehistóricos, huellas de la arquitectura árabe o romanas , admirar los bancales o «pareones», los olivares o las viñas, agradecer el esfuerzo de muchos hombres y mujeres que dejaron su trabajo, su sabiduría para hacer de estos lugares este espectáculo de naturaleza, agricultura y civilización es el deber de cualquiera que ame la historia, la cultura y la naturaleza como el bien de todos, como el legado que hay que conservar y defender.

En el siglo XXI los pueblos que saben respetar su pasado son los que mejor saben construir su futuro . Montánchez será un pueblo vacío y fantasmal si se construyan los parques eólicos. Se acabará el turismo, se acabarán las rutas senderistas, los campos y las casas perderán todo su valor, las empresas dedicadas al jamón verán su imagen seriamente afectada. Apostar por el futuro es apostar por el trabajo y la dignidad de la gente del pueblo, por empresas que planifiquen un Montánchez donde siga mereciendo la pena vivir, no rodeado de aerogeneradores y cables de electricidad.

Soy un visitante asiduo del Museo de Prado , recorro sus salas un par de veces por semana, uno va allí a encontrar un poco de belleza, unas migajas de paz en medio del ruido, un poco de sosiego en medio de la velocidad de la vida urbana. Desde siempre he recorrido la Sierra de Montánchez buscando esa belleza, esa paz y ese sosiego que se busca en una obra de arte.

Le estoy, les estamos muy agradecidos a todos aquellos hombres y mujeres que, a lo largo del tiempo, tuvieron la iniciativa de salvar las obras Del Prado de saqueos, insensibilidades o bombardeos . Le estoy, le estamos muy agradecidos a todos los que conservaron esta Sierra con la pureza y la belleza que tiene hoy. Para mí tanto el Prado, El Quijote o la Sierra de Montánchez son bienes culturales públicos que las instituciones tienen el deber de conservar. Tienen incluso el deber de tener la suficiente sensibilidad para defenderlos de aquellos que no aman los espacios naturales, la arquitectura popular y las huellas de la historia. Los bárbaros, los llamó Alessandro Baricco.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación