Beatifican en la catedral de Oviedo a nueve seminaristas asesinados durante la persecución religiosa

El cardenal Angelo Becciu los considera «ejemplo de honestidad ante los escándalos que desfiguran el rostro de la Iglesia»

El cardenal Angelo Becciu durante la beatificación de los nueve seminaristas, que fueron asesinados en Asturias EFE

ABC

El Cardenal Angelo Becciu, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, ha señalado a los nueve seminaristas, que fueron asesinados en Asturias en el periodo comprendido entre 1934 y 1937 y que han sido beatificados este sábado en la catedral de Oviedo, como «ejemplo de honestidad ante los escándalos que desfiguran el rostro de la Iglesia».

A la ceremonia de beatificación de estos nueve «mártires», la tercera que acoge la basílica asturiana tras los cambios introducidos por el Vaticano para estas ceremonias, han asistido unas 2.000 personas, además de 156 sacerdotes y más de 130 familiares de los seminaristas que, entre los 18 y 25 años, «fueron asesinados por su fe, presos de la furia asesina revolucionaria anticristiana», ha subrayado el cardenal.

«Ellos con su sangre han engrandecido a la Iglesia y han dado esplendor al sacerdocio. Todos estamos preocupados por los escándalos que parece no tener fin y que desfiguran el rostro de la Esposa de Cristo», ha recalcado Becciu, que ha apuntado que se necesita «a pastores generosos honestos e irreprensibles que lleven las almas a Dios y no causen sufrimiento a la Iglesia ni turbación al pueblo de Dios».

El papa Francisco firmó el pasado mes de noviembre los decretos de reconocimiento del martirio con los que se ha beatificado a estos nueves seminaristas asturianos , que seis de ello fueron asesinados durante la Revolución del 34 y los otros tres durante la Guerra Civil.

Al comenzar el rito de beatificación, entraron en procesión las reliquias de los nuevos beatos , introducidas en la Caja de las Ágatas -un relicario del siglo X que se conserva en la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo-, portadas por el diácono Miguel Ángel Bueno y acompañadas de un grupo de seminaristas, con ramas de laurel y lámparas.

En su homilía Becciu, que ha cooficiado la ceremonia junto al arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez , y el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, ha ensalzado a los beatos, «con vidas cristianas virtuosas y muertes heroicas».

Ha destacado como modelo de fe a estos jóvenes aspirantes al sacerdocio, que fueron capturados durante la «persecución religiosa de los años Treinta» del siglo pasado, y que, «en el momento de la terrible amenaza de los torturadores provistos de medios de opresión, se refugiaron en Dios».

«Los beatos fueron víctimas de la misma violencia feroz marcada por una acalorada hostilidad anticatólica, que tenía como objetivo la eliminación de la Iglesia y en particular del clero», ha aseverado.

La petición para iniciar el proceso de beatificación de estos nueve seminaristas considerados como mártires fue realizada por el arzobispo de Oviedo, que ha resaltado el ejemplo de «santidad» de estos jóvenes.

Entre 18 y 25 años

En la ceremonia ha sido beatificado Ángel Cuartas Cristobal (1910, Lastres), que entró en el seminario en 1923 y fue fusilado a los 24 años, y Gonzalo Zurro Fanjul (1912, Avilés), que, tras un periodo como trabajador en la mina, ingresó en el seminario en 1925 y fue fusilado a los 21 años.

También han sido honrados como beatos José María Fernández Martínez (1915, Lena), que entró en el Seminario en 1927 y estudiaba primero de Teología cuando lo fusilaron a los 19 años, y Sixto Alonso Hevia (1916, Luanco), que ingresó en el Seminario en 1929, fue apresado y movilizado al frente en el Puerto de Ventaniella y el 27 de mayo de 1937 fue degollado a los 21 años mientras clamaba a Dios.

Además, han sido beatificados Manuel Olay Colunga (1911, Noreña), que entró en el Seminario en 1926 y le dispararon a distancia en Villafría el 22 de septiembre de 1936 cuando tenía 25 años, y Luis Prado García (1914, Piedras Blancas), que fue sacristán antes de entrar al Seminario en 1930 y le pegaron once tiros el 4 de septiembre de 1936 cuando tenía 21 años.

Asimismo, han sido designados beatos Juan José Castañón Fernández (1916, Moreda de Aller), que ingresó en el Seminario en 1928 y lo ejecutaron cuando tenía 18 años; Jesús Prieto López (1912, Tapia de Casariego), que entró en el Seminario en 1925 y lo fusilaron a los 22 años, y Mariano Suárez Fernández (1910, El Entrego), que ingresó en el Seminario en 1924 y lo mataron cuando tenía 23 años.

Tras la ceremonia, el cardenal y el arzobispo de Oviedo han visitado la Cámara Santa, lugar en el que se guarda las principales reliquias de la Catedral de Oviedo, incluido el Santo Sudario

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