Las autonomías proponen, el Gobierno dispone: Sanidad frena los planes y centraliza la desescalada

El Ministerio de Salvador Illa «escuchará» y «modulará» las hojas de ruta propias de cada territorio, pero el «tronco común» lo marcará el Gobierno

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Urkullu pidió a Sánchez un proceso de transición «singularizado» y una desescalada propia para la nueva vuelta a la normalidad del País Vasco EFE

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España intenta concretar por fin cómo será la salida del confinamiento. Un camino inexplorado, con incertidumbre y muy complejo, en palabras del ministro de Sanidad, Salvador Illa , que ayer se reunió con las comunidades autonómas para poner sobre la mesa los primeros planes. Porque el proceso «será asimétrico», dijo , según la situación de cada territorio, pero se hará siempre bajo la dirección del Gobierno». Nada de que decidan las propias regiones.

Las intenciones de que fuera Sanidad quien centralizase toda la actuación y decidiese, en consenso con las autonomías, el camino a seguir las apuntó Pedro Sánchez a los mandatarios autonómicos el pasado domingo.Pero más de una interpretó que podría confeccionar medidas a la carta. Así que ayer más de un consejero autonómico salió muy enfadado del Consejo Interterritorial, convocado por la tarde y al que llegaron con sus propias propuestas, dispares entre sí. Sanidad ordenó pisar el freno a esa desescalada por libre, aunque aseguró que a partir de hoy «el Gobierno escuchará» y «modulará» las alternativas o vías B a esas hojas de ruta que ayer rechazó.

Por lo pronto, Sanidad espera que se consensúen una serie de requisitos básicos, como la disponibilidad de camas de UCI y hospitalarias o la tasa de contagio por cada infectado. Un indicativo que no tiene que ser «cero» para iniciar la desescalada, aseguró ayer por la mañana el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, pero que hasta el momento de la reunión tampoco se había fijado con las autonomías.

«Se trata de unos parámetros que se están analizando a nivel nacional como internacional. Hay que estudiar bien, antes de iniciar el levantamiento de las medidas, cómo evoluciona la epidemia y cómo de preparados estamos para responder en caso de que las medidas supongan un incremento de casos no deseable», dijo Simón. En un documento avanzado por Cadena Ser y confirmado por ABC , los epidemiólogos y expertos en Salud Pública plantean que para iniciar la desescalada en un territorio, la tasa de contagio (es decir, a cuántas personas infecta cada enfermo de Covid-19), se mantenga por debajo de uno durante dos semanas. También que estén libres el 50% de las camas UCI y que los ingresos hospitalarios por coronavirus no superen el 30%.

Además, tanto la Organización Mundial de la Salud como la Unión Europea exigen que antes de relajar las medidas, el país garantice su capacidad de detección precoz, así como el aislamiento y seguimiento de los contactos. En cuarto lugar, que se minimice el riesgo en entornos de alta vulnerabilidad, como las residencias de mayores o los hospitales. Medidas que van más allá de la curva epidemiológica y que dependen de los recursos disponibles.

No será inmediato

El primer mensaje que trascendió ayer de la reunión entre comunidades y Ejecutivo es que el segundo enfrió las expectativas que tenían algunos líderes regionales. Canarias había presentado una iniciativa clara para ofrecerse como «laboratorio»de pruebas en España y aliviar la salida de la población el próximo lunes. Sanidad torpedeó un intento «que no es de recibo», según fuentes gubernamentales.

En lo que sí hubo acercamiento fue en la definición de los marcadores sanitarios necesareios que permitan a los territorios, no necesariamente por comunidades, iniciar su desescalada asimétrica y gradual. Esos criterios, que serán comunes para todos, según Illa, «fijarán el marco bajo el cual el Gobierno dirigirá este proceso de transición hacia la nueva normalidad». De esta manera, el Gobierno frustra las esperanzas de comunidades como Canarias que pretendían iniciar ya su proceso. Porque, según Sanidad, hoy por hoy el país no está en condiciones de adelantar ninguna otra medida de alivio más allá de los paseos de los menores.

Desde la Junta de Castilla y León, la postura es clara: «Es el momento del diseño, no de la desescalada». Entre las medidas que plantea, la primera es la segmentación geográfica. «No puede ser igual en todos los territorios», explicó el vicepresidente, Francisco Igea. El también portavoz reclamó que deben pasar al menos 14 días sin nuevos casos para iniciar el desconfinamiento. La región pide una diferenciación demográfica, «manteniendo siempre a salvo» a los mayores de 65 años o enfermos inmunodeprimidos, contar con un protocolo «específico» para las residencias de ancianos o disponer de «capacidad suficiente», tanto de personal como de aplicación móvil para «testear» y localizar a los contactos de los nuevos positivos, así como tener stock de material de protección para al menos ocho semanas o que las UCI estén en su «niveles habituales», informa I. Jimeno.

En Galicia, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo , apuesta en su plan propio por que los ciudadanos puedan practicar deporte individual una hora al día. Reclama que se vayan reabriendo establecimientos comerciales , empezando por los de menor superficie y también los mercados de productos de alimentación al aire libre y que se permitan las obras de rehabilitación. Feijóo explicó que la desescalada en Galicia deberá hacerse por zonas o subzonas y tendrá que ser diferente en las ciudades que en el rural, asimetrías diferentes dentro del mismo territorio, informa N. Sequeiro.

Por su parte, dos comunidades dirigidas por el PP también plantearon sus reticencias. El consejero madrileño de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, tras la reunión pidió al Gobierno Central, tras conocer su primer borrador de trabajo, un plan más ambicioso y concreto que el presentado ayer, y con medidas concretas en ámbitos que es necesario tener muy claros cuando se produzca el desescalado. Se necesita, dijo, «más velocidad en la toma de decisiones estratégicas». En su entorno explicaron que son necesarias directrices claras sobre cuetiones como qué se hará para ajustar el transporte público al desconfinamiento, cómo se separarán espacios de trabajo en las empresas, etc, informa S. Medialdea. Desde la Comunidad de Madrid, además, aconsejan «utilizar herramientas informáticas y tecnológicas para elaborar documentos mucho más precisos y completos que el presentado».

El consejero de Salud andaluz, Jesús Aguirre , anunció ayer que el lunes remitirá a Sanidad su propuesta que incluirá un cronograma para cada actividad, como la apertura de playas en junio y una progresiva reactivación en verano, con medidas de aforamiento y seguridad sanitaria, de la actividad turística tanto de hoteles como en restaurantes, informa J. J. Borrero.

Cantabria se prepara ya para la desescalada y lleva días trabajando en la vuelta a la normalidad cuando se levante el estado de alarma. Sin embargo, a estas alturas, el Gobierno no descarta ningún escenario, como que la supresión paulatina de las restricciones por el coronavirus pueda producirse por zonas geográficas según su situación, o incluso que algún municipio o localidad sirva de experiencia piloto. «Se trabaja siguiendo las indicaciones del Ministerio y de momento no hay una información que avanzar en este sentido. Ojalá pronto pueda decir, como portavoz del Gobierno, cuáles son las líneas de la desescalada y cuáles son los municipios o zonas de Cantabria donde pueda ser aplicada de forma más ágil», manifestó ayer el vicepresidente regional, Pablo Zuloaga , para quien Cantabria está «bien posicionada» para cualquier escenario, por lo que confía en ser de las primeras comunidades en iniciar la desescalada. Y tras la autorización de los paseos de los niños desde este domingo, confía en que pronto se puedan anunciar otras medidas como el cultivo en huertas en las zonas rurales, informa R. Fernández Ortiz.

Centralización de la sanidad

En Cataluña, la consejera del ramo Alba Vergès apareció irritada tras el encuentro telemático. Acusó al Ejecutivo de imposición y centralización de las decisiones. «No tengo cara para decir a la gente que lo único que puedo hacer es mandar la información y esperar a que ellos tomen decisiones. No somos una gestora del sistema de salud», añadió. La Generalitat encargó al epidemiólogo Oriol Mitjà definir la estrategia catalana y previsiblemente hoy aprobará el plan para tenerlo listo cuando Sanidad les deje interceder. La hoja de ruta catalana baraja un pasaporte de inmunidad, que podría aparcarse finalmente, y estipula cinco fases: vuelta al trabajo de los no esenciales; salida a la calle de sanos (incluidos menores y ancianos); reactivación de bares, restaurantes y actos con hasta 30 personas; activación de centros educativos; y recuperación de negocios más masivos y eventos deportivos y culturales, informa A. Cabeza.

En esta desescalada por velocidades, el lendakari vasco postureó con adelantar a Sanidad con un plan de «nueva normalidad» que recoge medidas educativas, económicas y culturales. Educación anunció el regreso a las aulas en 4º de ESO y los dos cursos de Bachiller. Iñigo Urkullu confirmó que esa vuelta a la actividad presencial podría producirse la segunda quincena de mayo. Para esas fechas, el Ejecutivo autonómico esper a también la apertura «limitada» de pequeños comercios , que afectaría a peluquerías pero no a bares ni zonas de ocio, así como la de centros culturales «con limitaciones de distanciamiento físico y de aforo», informa A. Mateos .

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