Alimentación genéticamente editada

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El alto Tribunal de Justicia de la Unión Europea, con sede en Luxemburgo, establecía hace un mes que los productos alimentarios (plantas, animales, microrganismos), generados mediante la tecnología CRISPRCas , tendrán que someterse a los estrictos controles que ya aplican a los transgénicos. Es una decisión polémica que vuelve a poner de actualidad a la tecnología de edición genética, desarrollada gracias a los hallazgos del alicantino Francisco Mojica . El ámbito europeo queda en clara desventaja competitiva con el norteamericano, que favorece el desarrollo y producción de organismos modificados por CRISPRCas. En Japón, donde apenas se usan transgénicos, las autoridades acaban de recibir un informe de expertos altamente favorable a la aprobación de estos productos genéticamente editados.

La autorización de productos modificados en sus genes tiene numerosas implicaciones sanitarias, sociales, económicas, empresariales, ecológicas. Todas ellas son objeto de debates basados en criterios que pueden tener mucho de subjetivos. Sin embargo, objetivar las cuestiones científico-técnicas que concurren debería ser más sencillo. Ninguna especie de las que nos alimentan responde a la genética original, todas fueron adaptadas empíricamente durante siglos. La tecnología del DNA recombinante , que dio lugar a los transgénicos con frecuencia conlleva la introducción de genes exógenos en las células. A pesar de todo el resultado es claramente objetivable por lo que muchos creemos exagerados los controles que se exigen en Europa para aprobar transgénicos , que van más allá de un razonable principio de precaución. Con la tecnología CRISPRCas se produce un avance en cuanto a especificidad; la modificación genética resulta altamente dirigida y no incorpora genes exógenos. Sería lógico revisar esta política en el caso de los alimentos editados por CRISPRCas.

Como trasfondo no hay que olvidar que las necesidades alimentarias de la Humanidad en su conjunto distan de estar resueltas. Con más de 800 millones de seres humanos que aun pasan hambre , junto con las circunstancias que llevan a destruir un tercio de los alimentos que se producen, las nuevas tecnologías se revelan esenciales. Mejorar los rendimientos de la producción, reduciendo la superficie cultivable, así como generar productos menos perecederos es fundamental.

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