Alemania clasifica Francia como «zona de alto riesgo» y somete a los viajeros a cuarentena

El país germano eleva las medidas de protección pese a la libertad de movimiento prevista en el tratado de Schengen

Una mujer pasea a su perro en París EFE / Vídeo: Ucis desbordadas en los hospitales del norte de Francia - Atlas

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Alemania tomó ayer nuevas medidas para desincentivar los viajes de Semana Santa. El Instituto Robert Koch (RKI) clasificó toda Francia, incluidos los territorios de ultramar, como zona de «alto riesgo» de infección del covid-19, lo que implica, según el comunicado emitido por esta institución, que «la mayoría de viajeros provenientes de Francia deberá guardar un período de cuarentena a su llegada » y presentar una «prueba negativa de menos de 48 horas de antigüedad», que puede ser un test de tipo PCR o de antígenos. Hasta ahora, solamente al departamento fronterizo de Mosela se le había asignado esa clasificación, debido la alta circulación de mutaciones. Pero en los últimos días, las tasas de incidencia, que miden el número de contagios por cada 100.000 habitantes en los últimos 7 días, han superado en muchos departamentos franceses el umbral de los 200, cuando en Alemania la media nacional es de 119.

En España, hacia donde peregrinan numerosos turistas franceses en busca de un ocio menos controlado, solo se pide una PCR negativa y el control es aleatorio en los aeropuertos.

«Cuando se observan las tasas de incidencia, esto es, simplemente, una necesidad [...] un procedimiento prácticamente automático», justificaba la canciller Angela Merkel. Falta por saber si la decisión de Alemania comportará o no la puesta en marcha de controles estrictos en las fronteras , como anteriormente se han puesto en marcha en las fronteras con Polonia, República Checa y el Tirol austriaco. Merkel ha dado a entender que no serán controles sistemáticos, pero sí es posible que en los días de mayor tráfico, esta próxima Semana Santa, se establezcan controles intensos, dado que la intención de esta medida es reducir «al mínimo» los viajes de vacaciones.

Minimizar entrada de viajeros

Así lo expresó ayer el portavoz del gobierno alemán, Steffen Siebert, que subrayó el objetivo es «minimizar todo tipo de entradas de viajeros» al país y que por eso analiza incluso la legalidad de prohibir temporalmente las llegadas en Semana Santa. Seibert, respondió en rueda de prensa, al ser interrogado sobre la propuesta para evitar viajes al extranjero durante las vacaciones, que el gobierno está estudiando varias medidas y que preocupa especialmente la vuelta a casa de turistas procedentes de las islas Baleares. «Hay interés por parte del Estado para minimizar todo tipo de entradas de viajeros. Por eso se analiza», aseguró Seibert, y añadió que la cuestión es «relevante» y que se está estudiando «minuciosamente» porque suscita varias dudas legales, ya que la medida entraría en colisión con la libertad de movimiento dentro de la zona Schengen y con el derecho de todo alemán de regresar a su país. El gobierno ha encargado un estudio jurídico y Seibert confía en que contar con los resultados de ese estudio en breve, antes de Semana Santa.

Por el momento, el Gobierno alemán va a obligar a partir del martes todos los viajeros que ingresen en el país, independientemente del lugar de procedencia del viajero, a presentar una prueba negativa de covid-19. Hasta ahora, esta exigencia regía para los viajeros desde zonas denominadas de «alta incidencia» o con «presencia de variantes» del coronavirus. El Gobierno alemán recomienda encarecidamente evitar todo viaje no esencial, lo que incluye los desplazamientos y pernoctaciones turísticas en el propio país.

Dudas sobre España

El portavoz de Sanidad del Partido Socialdemócrata alemán, Karl Lauterbach, pueso en duda anoche, durante su intervención el programa de televisión Maybrit Illner, en horario de máxima audiencia, que las autoridades españolas estén dando datos fidedignos sobre incidencia e infecciones. Aseguró que «no me creo los datos» y sugirió que las autoridades españolas falsifican los resultados al secuenciar las pruebas, al igual que los valores de incidencia declarados, mientras permiten que en Mallorca «la gente celebre y haga fiesta».

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