El Papa advierte de que «las iglesias con las puertas cerradas se deben llamar museos»

En un encuentro con más de cincuenta mil peregrinos, el Papa Francisco ha afirmado el miércoles que «en los Evangelios, la iglesia de Jesús no aparece como una secta exclusiva sino como una familia hospitalaria. Allí encontramos a Pedro y a Juan, pero también a los hambrientos, los forasteros, la pecadora, el publicano, los fariseos, las multitudes…».

El Santo Padre ha añadido que «Jesús siempre acoge a todos y habla con todos. ¡Es una lección fuerte para la Iglesia! Tiene que una casa acogedora, con las puertas siempre abiertas».

Por lo tanto, según Francisco: «Las iglesias, las parroquias y las instituciones con las puertas cerradas no se deben llamar iglesias sino museos».

Algunas parroquias demasiado frías pueden recuperar la vida «superando actitudes demasiado dirigistas y demasiado funcionales», y volviendo «al dialogo interpersonal y el conocimiento reciproco» entre los fieles pues «todos sabemos que la fe cristiana se juega en el campo abierto de la vida compartida con todos».

Ante unos cincuenta mil peregrinos que participaban en la audiencia general de los miércoles, el Papa insistió en que la familia y la comunidad cristiana –parroquia, grupo de oración, movimiento, orden religiosa, etc.– deben tener el mismo estilo familiar, que irradie esas características positivas «realizando el milagro de crear una vida más comunitaria en toda la sociedad».

«Frente a los centros de poder ideológicos, financieros y políticos», continuó el obispo de Roma, «nosotros ponemos nuestra esperanza en los centros del amor, ricos de calor humano, basados en la solidaridad y la participación».