La flibanserina o «viagra femenina»
La flibanserina o «viagra femenina» - efe

La guerra de sexos lleva a la «viagra» femenina a las farmacias

La flibanserina o la «viagra femenina», recibe la aprobación de la FDA en medio de una fuerte polémica: ¿es un gran avance para millones de mujeres o un montaje de marketing?

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La Administración de Fármacos y Alimentos de EE.UU. (FDA, en sus siglas en inglés) acaba de dar el visto bueno a la comercialización de la flibanserina, un fármaco para paliar la falta de deseo sexual de las mujeres. No ha sido una sorpresa, ya que un panel de expertos de la FDA votó a favor de su autorización el pasado junio y la agencia gubernamental normalmente respeta este dictamen.

La aprobación llega tras décadas de investigación y presión social para conseguir una «viagra femenina». La flibanserina, sin embargo, tiene poco que ver con la popular «píldora azul» que ha revolucionado la vida sexual de millones de hombres en todo el mundo. Mientras que la versión masculina –aprobada por la FDA en 1998– incrementa el flujo sanguíneo en la región genital, la flibanserina afecta a neurotransmisores en el cerebro, como la dopamina y la neropinefrina.

La farmacéutica que comercializará la flibanserina será Sprout Pharmaceuticals. Según ha anunciado la compañía, saldrá al mercado el próximo 17 de octubre con el nombre de Addyi. El desembarco del nuevo fármaco promete una revolución en el tratamiento del llamado desorden de deseo sexual hipoactivo, una condición que se estima afecta al 10% de las mujeres en EE.UU. La «viagra femenina» estará indicada para mujeres premenopáusicas que sufren un bajo deseo sexual que no tenga que ver con problemas de pareja, depresión, estrés u otros problemas médicos o psicológicos. «Es un verdadero hito», «Esto cambia la vida de las mujeres». dijo Cindy Whitehead, consejera delegada de Sprout.

Incompatible con el alcohol

La aprobación de la flibanserina está, sin embargo, muy lejos de recibir un aplauso generalizado. Sus críticos consideran que los beneficios del fármaco –que ya había sido rechazado en dos ocasiones por la FDA– tienen más de montaje de marketing que de ciencia, y que las ventajas que puede suponer para las mujeres están por debajo de sus efectos secundarios. La «píldora rosa» puede causar desmayos, mareos, náusea, sueño o baja presión arterial, sobre todo si se administra con alcohol.

La gravedad de los efectos secundarios queda reflejada en las condiciones que la FDA ha puesto para la comercialización de Addyi. El fármaco irá en una caja con advertencias sobre los problemas de consumir alcohol y se exigirá a los médicos que realicen una formación online sobre el medicamento antes de poder prescribirlo.

«Por la seriedad de los efectos si se mezcla con alcohol, el tratamiento con Addyi solo estará disponible a través de profesionales de la salud y farmacias certificadas», dijo Janet Woodcock, la directora del Centro para la Evaluación e Investigación de Fármacos de la FDA.

La complicación en la interacción con el alcohol también tiene que ver con la posología del fármaco. Mientras que la viagra la consumen los hombres en el momento en el que la necesitan, la flibanserina hay que tomarla todos los días. La FDA ha pedido a Sprout que lleve a cabo tres estudios en mujeres sobre la interacción del Addyi con el alcohol. Hasta el momento, la compañía solo realizó un estudio con 25 participantes, y solo dos de ellos era mujeres.

Leonore Tiefer, investigadora de la facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York, es una de las voces más críticas con la aprobación del nuevo fármaco. En una carta a la FDA firmada por otras cien personas, criticó que era «absurdo» pensar que las mujeres jóvenes a las que se les prescriba Addyi van a eliminar el alcohol de sus hábitos. Tiefer inició en el año 2000 la campaña New View, en la que critica que la disfunción sexual femenina es un montaje de la industria farmacéutica.

«Dado el nivel de consumo y abuso de alcohol en nuestra sociedad, es alarmante que que la interacción de este producto con el alcohol no se haya investigado mejor antes de su aprobación», lamentó a «The Washington Post» Caleb Alexander, codirector del Centro para la Seguridad y la Efectividad de los Fármacos de la Universidad Johns Hopkins, y que formó parte del panel que recomendó a la FDA la autorización del fármaco (él votó en contra).

Para Adriane Fugh-Berman, profesora de la Universidad de Georgetown y directora de PharmedOut, una organización que investiga las estrategias de marketing de las farmacéuticas, la decisión es un desastre regulatorio. «Lo que hemos aprendido desde el último rechazó de la FDA es que el fármaco tiene más riesgos de los que creíamos y no tiene más ventajas», criticó al diario de la capital estadounidense.

¿Es efectiva la «viagra femenina»? Los estudios demuestran que su impacto es limitado. Según los análisis de la FDA, solo entre el 8% y el 13% de las mujeres que tomaron el fármaco obtuvieron mejoras sustanciales con respecto a las que tomaron placebo.

Desierto de tratamientos

Para quienes defienden su uso, es un logro relevante ante el desierto de tratamientos para la falta de deseo sexual femenina y un pequeño contrapeso ante la multitud de opciones que tienen los hombres para paliar sus disfunciones sexuales.

Esa carta, la de la guerra de los sexos, ha sido la principal arma de la campaña «Even the Score» –«Igualar el marcador», en inglés–, en la que Sprout ha participado en su organización y financiación. Durante meses, la iniciativa ha reclutado congresistas, ha emitido anuncios en televisión y ha recolectado decenas de miles de firmas para presionar a las autoridades. «La FDA ha aprobado 26 fármacos para tratar disfunciones sexuales de los hombres y ni uno solo para el problema sexual más habitual de las mujeres», rezaba la campaña.

La inversión le saldrá a cuenta a Sprout, que ingresará en un mercado multimillonario. Solo en 2012, los diferentes fármacos que combaten la disfunción sexual masculina generaban ventas de 4.300 millones de dólares.

Ver los comentarios