inés baucells

España, el país de la UE donde antes se empieza a fumar

Pese a que el número de adictos al tabaco ha caído cuatro puntos en dos años, aún ocupa el noveno lugar europeo. Los expertos piden más medidas de prevención

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Cinco años después de la entrada en vigor de la reforma de la ley antitabaco que prohibió defintivamente fumar en espacios públicos, España sigue estando entre los diez países europeos con mayor número de fumadores. Según el último Eurobarómetro, publicado ayer con motivo de la celebración el 31 de mayo del Día Mundial Sin Tabaco, nuestro país ocupa el noveno lugar entre las naciones de la UE con mayor porcentaje de fumadores. En concreto, un 29% de la población consume tabaco de forma regular, pese a la reducción de cuatro puntos producida entre 2012 y 2014. Esta cifra está por encima de la media de la UE que se ubica en el 26%, dos puntos menos que en 2012.

Los fumadores españoles además son los europeos que se inician en el consumo del tabaco de manera habitual a una edad más temprana (16,7 años), ya que lo hacen de media un año antes que el resto de los europeos (17,6) y mucho antes que los griegos y letones (con 19,3 y 19,1 años, respectivamente).

Por edades, en España el mayor porcentaje de fumadores se encuentra entre los 25 y los 39 años (40%), seguidos de los que tienen entre 40 y 54 años (39%).

«La ley ha ayudado a bajar la prevalencia del consumo de tabaco pero todavía queda mucho por hacer», recuerda a ABC la presidenta del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, Regina Dalmau. Para la responsable de este organismo, lo «más preocupante» sigue siendo la temprana edad en la que los jóvenes españoles se inician en este hábito, ya que, según explica, a esa edad «no se tiene conciencia del daño que produce para la salud».

Después de cinco años de entrada en vigor de la reforma de la ley antitabaco que extendió la prohibición de fumar a cualquier espacio público de uso colectivo, Dalmau considera que «se ha relajado el cumplimiento de la norma». «Las excepciones no son mayoritarias, pero en algunos locales a partir de una hora se permite fumar», denunció. De hecho la encuesta señala que el 17% de los españoles reconoce haber visto gente fumar la última vez que fue a un bar. En cuanto a los restaurantes, la cifra es sensiblemente menor. Apenas un 7% admite haber encontrado personas fumando en establecimientos donde se sirven comidas.

Más en el sur de Europa

El estudio, para el que se entrevistó entre noviembre y diciembre de 2014 a cerca de 28.000 personas –mil de ellas en España–, revela también que en el sur de Europa se fuma más que en el norte, y que el mayor número de adictos al tabaco se encuentra en Grecia (38%), Bulgaria (35%), Croacia (33%) y Francia (32%). Los que menos fuman, en cambio, son los suecos (11%), los finlandeses (19%) y los malteses (20%).

La encuesta señala que el consumo de tabaco se ha reducido en toda la UE desde 2012, pero especialmente en Irlanda (8 puntos menos), uno de los países que ha adoptado medidas más drásticas contra el tabaquismo en los últimos años. Otras bajadas importantes se han producido en Austria (-7), Finlandia, Luxemburgo y Letonia (-6). En el extremo opuesto, el consumo de tabaco ha aumentado en Francia (4 puntos más), Eslovenia y Portugal (2 más en ambos), Chipre y Alemania (un punto más en los dos países).

«Una buena noticia»

El comisario europeo de Sanidad, Vitenis Andriukaitis, consideró ayer que la reducción en el número de fumadores es «una buena noticia», pese a que el porcentaje en la UE es todavía superior al de países como Australia, EE.UU. o Canadá, informó Efe. Por contra, el comisario criticó que la edad de inicio en esta hábito se mantenga sin cambios en los 17 años, una situación que consideró «inaceptable» y que hace necesario seguir trabajando para «hacer el tabaco menos atractivo» a los más jóvenes.

El Eurobarómetro también presta atención al impacto que ha tenido la irrupción del cigarrillo electrónico, sobre todo como alternativa para dejar de fumar. Aunque su uso habitual es minoritario –un 1% de españoles y un 2% de europeos–, es visto por un 48% de los encuestados en España y de un 38% en la UE como una ayuda «importante» para dejar de fumar. De hecho, el 76% de los fumadores españoles y el 67% de los europeos dicen haber recurrido a este producto para abandonar el tabaco.

Sin embargo, apenas un 13% de los españoles y un 14% de los europeos lograron dejar de fumar. Por el contrario, un 4% de los fumadores encuestados tanto en España como en el resto de la UE aseguran que pasaron a fumar más tras usar el cigarrillo electrónico.

Para la presidenta del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo, es necesario «regular su uso en espacios cerrados». «Si algo ha conseguido la ley antitabaco es ese cambio de percepción social de que lo normal es no fumar. Permitir el uso del cigarrillo electrónico en espacios cerrados vuelve a crear esa imagen de que lo normal es el consumo de tabaco cuando es al revés», comenta Dalmau, quien pide que también se prohíban «los mensajes engañosos» que apuntan a que el e-cigarrillo «es seguro» para la salud. La UE adoptó en 2014 la directiva sobre productos del tabaco, entre los que incluye el cigarrillo electrónico. Mientras entra en vigor en mayo de 2016, los Estados están en proceso de adaptarse a las nuevas exigencias.

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