Las praderas submarinas de Posidonia almanacenan grandes cantidades de dióxido de carbono
Las praderas submarinas de Posidonia almanacenan grandes cantidades de dióxido de carbono - abc

La destrucción de las praderas de Posidonia puede liberar importantes depósitos de CO2

Un estudio revela que la repoblación con angiospermas marinas es eficaz para reconstruir los sumideros de carbono

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La pérdida de las praderas submarinas de Posidonia plantea dos problemas: por un lado, estas zonas ya no pueden capturar y almacenar el CO2 atmosférico, y, por otra parte, pueden convertirse en una fuente de este gas al liberar el dióxido de carbono almacenado en la pradera durante décadas o incluso siglos. Esta es una de las principales conclusiones de un estudio en el que han participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universidad Autónoma de Barcelona y el Instituto de los Océanos de la Universidad de Australia Occidental.

El equipo evaluó si la revegetación de estas praderas submarinas es eficaz para restaurar su capacidad para actuar como sumideros de carbono en relación al tiempo necesario para lograrlo (décadas).

El estudio fue publicado en la revista “Ecology”. Para Nuria Marbá, coautora del estudio e investigadora del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (Imedea), dependiente del CSIC, “el restablecimiento de la vegetación de las praderas evita la erosión de estos depósitos de carbono orgánico que se han acumulado a lo largo de siglos en las praderas que ahora han desaparecido”. “Nuestros resultados indican que la pérdida de este ecosistema también debe haber representado una importante pérdida en la capacidad de secuestrar y almacenar carbono en los sedimentos de las praderas submarinas”, añade.

Pere Masqué, de la Universidad Autónoma de Barcelona y coautor del estudio, destaca que “las áreas potenciales disponibles en todo el mundo para llevar a cabo proyectos de revegetación de angiospermas marinas es enorme”, y “éstos pueden ayudar a reconstruir los sumideros de carbono, así como a preservar los depósitos más antiguos”.

Estrategias de «carbono azul»

Las praderas submarinas son relevantes como sumideros de carbono a escala global y es por eso que su conservación y restauración pueden contribuir a la mitigación de las emisiones antropogénicas, afirman los investigadores. Además, los resultados de este estudio contribuyen a disipar las dudas que estaban obstaculizando el desarrollo de estrategias del llamado “carbono azul” en las praderas submarinas. El carbono azul es el término dado al carbono capturado por los ecosistemas marinos y costeros en forma de biomasa y sedimentos.

Los investigadores explican que el estudio se realizó en Oyster Harbour, en Australia occidental. “Esta área está colonizada por una pradera de Posidonia australis que en gran parte se perdió desde 1960 hasta el final de la década de 1980. A partir de 1994, la pradera se recuperó gracias a una serie de esfuerzos de reforestación que se prolongaron hasta 2006 bajo la dirección de Geoff Bastyan, uno de los autores de la investigación”. El estudio se realizó usando técnicas de datación de sedimentos para cuantificar la acumulación de carbono en zonas repobladas y la erosión del carbono histórico en áreas que no fueron sometidas a revegetación.

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