Pacientes de hepatitis C han protagonizado un encierro en el Hospital Doce de Octubre de Madrid
Pacientes de hepatitis C han protagonizado un encierro en el Hospital Doce de Octubre de Madrid - EFE
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El tratamiento de la hepatitis C necesitaría una partida de 1.500 millones

El Ministerio de Sanidad asegura que revisará los criterios de acceso a los nuevos fármacos para que todos los pacientes que lo necesiten puedan tenerlos

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El Ministerio de Sanidad revisará y actualizará la guía que establece los criterios para que los pacientes de hepatitis C puedan acceder a los medicamentos de última generación. Tras las denuncias de la Plataforma de Afectados por Hepatitis C de que no se estaba dando tratamiento a todos los enfermos que lo necesitaban, Sanidad y la Asociación Española para el Estudio del Hígado se reunieron ayer para abordar el escenario que los nuevos fármacos aparecidos a lo largo de 2014 abren a los afectados por la enfermedad. Y la conclusión es que, según aseguraba a ABC el director general de Farmacia, Agustín Rivero, «cualquier paciente que necesite los nuevos tratamientos, los tendrá».

Rivero explicó a este diario que la hepatitis C es una enfermedad «muy dinámica» y que este año han aparecido tratamientos que «han cambiado totalmente el panorama, por lo que es necesario revisar la guía de priorización de pacientes».

Entre esos nuevos medicamentos, Rivero pone el ejemplo del «daclatasvir», aprobado para España hace unos días. Este tratamiento, explica, «no requiere del interferón para ser eficaz, y eso permite que se pueda administrar a pacientes en fases más avanzadas de la enfermedad, para los que antes no había esa opción. Hemos entrado en una nueva etapa; los medicamentos de tercera generación tienen una eficacia del 97%. Pero se necesita un mínimo de tiempo para introducirlos en las guías».

Cura en tres meses

El presidente de la Asociación Española de Estudio del Hígado, Jaume Bosch, confirma esta nueva realidad a ABC y señala que se ha pasado «de una situación con pocos fármacos y poco adecuados para los pacientes avanzados, que no toleraban el interferón, a tener otros que se les pueden suministrar con muy buenos resultados». Y esto, según Bosch, «obliga a proporcionárselos a todos. No se puede dejar a enfermos graves sin tratamiento cuando lo hay. Los nuevos fármacos curan en tres meses, mientras que con el sida el tratamiento es de por vida. Y muere mas gente por hepatitis C que por sida».

Sobre la posición de las comunidades autónomas, Rivero asegura que estas «ya aprobaron la guía anterior, y ahora están de acuerdo en que se trate a los enfermos con los nuevos medicamentos. Pero hay que sentarse con ellas para ver cómo los vamos introduciendo porque son ellas las que los financian».

Al margen de este positivo planteamiento inicial, los hepatólogos defienden que los precios «son relativos», porque, «lo que gastas ahora, lo ahorras a largo plazo con los enfermos. Y, además, cuando se habla de medicamentos para 10.000 pacientes, los precios bajan, igual que lo hacen cuando hay competencia entre los nuevos fármacos. Incluso están las fórmulas de actuación plurianual para ir repartiendo el gasto a lo largo de varios años, teniendo en cuenta que la enfermedad disminuirá en el tiempo gracias a la administración de estos medicamentos», dice Bosch.

Sanidad, en este punto de la financiación, aclara que aunque el término «techo de gasto» pueda parecerle a la opinión pública una cuchilla inexorable, no es así. «No quiere decir que cuando se alcance ya no se pueda suministrar el medicamento, sino que hay que sentarse a hablar con el laboratorio para bajar los precios o para que incluso lo suministre gratis a partir de ese techo».

Un plan nacional

En cualquier caso, saber lo que costará atajar la hepatitis C en España es imposible a día de hoy. La propia Plataforma de Afectados por la Hepatitis C exigía ayer que se elaborase una estadística oficial del número de enfermos y el grado de desarrollo de la dolencia para poner en marcha el Plan Nacional, y Jaume Bosch confirmaba a ABC que «no hay estudios fiables de prevalencia de los grados de enfermedad; lo que tenemos son estimaciones a partir de datos de ciudades como Madrid y Barcelona, y eso da errores. Por eso uno de los temas que hemos hablado con el Ministerio es el de definir bien qué población hay de enfermos y en qué situación se encuentran».

Conocer estos datos es vital porque, para empezar, las variaciones en las estimaciones van desde las que hablan de 30.000 enfermos en fase avanzada a las que reflejan entre 4.000 y 5.000 prioritarios para recibir los nuevos medicamentos. Solo para salvar la vida de los enfermos más graves, la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C asegura que se necesitan ahora mismo en torno a los 1.500 millones de euros.

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