La herencia del marido fallecido, posible móvil del crimen de la joven viuda de La Rinconada

Las peores y más macabras sospechas se confirmaron ayer a primera hora de la mañana con la detención por parte de la Guardia Civil de dos hermanas del difunto marido de la joven asesinada el pasado martes en La Rinconada, además del novio de una de ellas, por su presunta vinculación con el brutal crimen. Las primeras investigaciones apuntan a que el móvil podría ser el económico, tras serias desavenencias sobre la herencia del esposo, fallecido a principios del pasado mes de diciembre por un infarto cerebral del que las presuntas asesinas responsabilizarían a la viuda.

La conclusión de la Policía Judicial es sobrecogedora: a las detenidas no les habría importado que su sobrina carnal, de sólo tres años, se quede huérfana.

Como mínimo, las titas de la pequeña habrían asistido a la brutal agresión —dos golpes en la cabeza con un objeto contundente que le partió el cráneo y más de 50 puñaladas por el cuello y la espalda para asegurar la muerte de Ana Deza Vázquez, viuda de tan sólo 26 años que encima estaba a cargo de un segundo hijo de 11—, aunque habría indicios que apuntarían a que ambas hermanas participaron activamente en el asesinato junto al hombre que las acompañaba.

Sospecha confirmada

Desde el primer momento las sospechas se centraban en la familia del esposo difunto. Algunos elementos de la escena del crimen alimentaban esta certidumbre. Por ejemplo, el hecho de que ni la puerta de entrada de la casa ni las ventanas hubieran sido forzadas, con lo que era fácil concluir que Ana tenía que conocer a sus inopinados verdugos y los dejó entrar en su domicilio; o la fuerte discusión doméstica previa al crimen que describían los vecinos de la joven viuda y sobre la que llegaron a alertar en el mismo momento que se estaba produciendo; incluso el propio ensañamiento demostrado para con la víctima...

En todo caso, la investigación se pudo encarrilar desde el primer minuto por la fiel descripción de las dos mujeres jóvenes y el varón que abandonaron la casa en un coche blanco tras bajar las persianas. El jueves ya estaba decidido el arresto de las dos cuñadas y el tercer sospechoso. Si se esperó a primera hora de la mañana fue para garantizar la operación y evitar cualquier disturbio. Se daba la circunstancia de que en la mañana de ayer, justo cuando trascendían las detenciones, la familia y amigos de Ana Deza la estaban despidiendo en el tanatorio de San Jerónimo.

A las 7 de la mañana el despliegue policial en la calle Greco del núcleo de San José —a unos seis minutos en coche de la casa de donde se cometió el crimen en La Rinconada— era espectacular, según describen vecinos de la zona. En el bajo del bloque de pisos correspondiente al número 5 fueron localizados los detenidos, que previsiblemente quedarán a disposición judicial el próximo lunes, una vez completen el plazo de las 72 horas en los calabozos.

Hay que recordar que el caso ha recaído en Instrucción 6 de Sevilla, el juzgado de María Núñez Bolaños, que podría dejarlo en manos de algún magistrado de refuerzo para seguir centrada en las macrocausas de los ERE, los cursos de formación y los avales de la Agencia IDEA.

El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, resaltó ayer el trabajo realizado por la Policía Judicial para el esclarecimiento del crimen. «Quiero aprovechar la ocasión para felicitar a la Guardia Civil por la rapidez, la agilidad y la eficacia demostrada en una operación importante», manifestó Sanz, agregando que la investigación sigue abierta y bajo secreto de sumario, por lo que no se descartan nuevas detenciones o registros.

El mensaje que llamó a engaño

Aunque las investigaciones policiales confirman que sería una disputa de carácter económico la que habría desencadenado el crimen, en un primer momento se rumoreó en el pueblo que la familia política de Ana Deza no vería con buenos ojos que ésta estuviera intentando rehacer su vida sentimental.

Se da la circunstancia de que, apenas una hora antes de que presuntamente los tres detenidos se desplazaran en coche a su casa y se iniciara la fuerte discusión previa al asesinato, la joven subía a su perfil de Facebook lo que ella misma denominaba un «regalito».

Se trataba de un mensaje irónico dirigido a los «alxahuet@s» que se estaban entrometiendo en su vida privada, contra los que no podía reprimir una carcajada. «Y esto va para tod@s los que les gusta meterse en vidas ¡¡ajenas!!». La imagen es de una mosca sobre dos patas que mira hacia atrás bajándose unas calzonas para mostrar un trasero humano.

El muro de Facebook de la fallecida en realidad es toda una demostración de amor a sus hijos y a los dos hombres de su vida: su padre y su marido fallecido.