El ADN confirma que Rosario Bermudo es hija del marido de la duquesa de Medina Sidonia

Cinco años después de iniciar una batalla legal para que se le reconozca como hija biológica de Leoncio González de Gregorio y Marti, la astigitana Rosario Bermudo ha logrado que un análisis de ADN realizado por el Instituto Nacinal de Toxicología confirme su parentesco con el que fuera marido de la duquesa de Medina Sidonia, Isabel Álvarez de Toledo, según ha confirmado el letrado de la sevillana, Fernando Osuna.

El análisis, que ha dado un positivo de 99,99%, fue entregado esta semana por el Instituto Nacional de Toxicología al Juzgado de Primera Instancia 77 de Marid, que se ocupa de la demanda de filiación presentada por Rosario Bermudo, de 66 años.

La exhumación de los restos del Leoncio González de Gregorio y Martí se realizó el 23 de marzo pasado en el cementario del Palacio de Quintana Redonda, una localidad de Soria.

En el cementerio estuvieron varios hijos de Pilar González de Gregorio y Álvarez de Toledo -hija reconocida de Leoncio-, aunque el juez no permitió que estuvieran en el momento de la exhumación al no ser familiares en primer grado. Pilar intentó hasta el último momento que no se abriera la tumba de su padre, para lo cual se ofreció a realizar la prueba de ADN junto con Rosario Bermudo, aunque finalmente el juez prosiguió adelante con la exhumación al entender que hacía falta que otros hermanos accedieran también a los análisis de sangre.

Rosario Bermudo, nacida en Écija y actualmente residente en la capital española, presentó la demanda de filiación una vez que su madre, Rosario Muñoz Centeno, había fallecido. Leoncio González de Gregorio, por su parte, murió en 2008. En declaraciones a ABC, la demandante aseguraba en febrero de 2017 no tener la más mínima duda de que era la hija del marido de la duquesa de Medina Sidonia. No obstante, antes de presentar la demanda, la demandante confirmó su hipótesis al realizar en un labortaroio privado una prueba de ADN con los restos biológicos de Leoncio, el hijo mayor de la duquesa de Medina Sidonia, hallados en una botella de agua que usó durante sus clases en la Universidad.

Siendo muy joven, la madre de Rosario Bermudo comenzó a trabajar en la casa de los padres de Leoncio, aunque también lo hizo en la residencia de veraneo en Badajoz y en el palacio de Soria. Leoncio y Rosario Muñoz Centeno habrían tenido una relación sentimental, quedando ella embarazada, según la demandante. Los padres de Leoncio despidieron a su madre cuando tenía 20 años al saber que estaba encinta.

Para poder seguir trabajando en Madrid, la madre de Rosario Bermudo dejó a la niña en Écija con los abuelos, que tenían 16 hijos y apenas disponían de dinero. En esa localidad sevillana, «el pueblo -dice- sabía quien era mi padre y las vecinas me llamaban la condesita». Su madre terminó casándose con con Manuel Bermudo, que le dio su apellido. Apenas fue Rosario Bermudo al colegio, ya que tuvo que ocuparse de los seis hijos que su madre tuvo posteriormente con Manuel Bermudo.

Leoncio terminó casándose con Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura, duquesa de Medina Sidonia, con la que tuvo tres hijos: Leoncio, Pilar y Gabriel. Según Rosario Bermudo, su madre intentó contactar en varias ocasiones con Leoncio pero el servicio doméstico de sus padres se lo impidió. «Yo siempre estuve esperando al padre que nunca conocí porque mi madre me decía que el día menos pensado aparecería por la puerta. Ella se lo creía pero nunca llegó a pasar. Una vez me llevó a la casa de Leoncio de Madrid para que me conociera Leticia, mi abuela. Fuimos a verla y nos echó por las escaleras abajo, casi nos mata. Nos dio con la puerta en las narices -recuerda- y nos dijo que no volviéramos a aparecer por allí. Yo tendría unos 7 años pero recuerdo los rasgos de mi abuela. Entonces mi madre desistinó de un nuevo encuentro».