Tribunales

El asesino confeso de su mujer en Alcolea del Río: «Reconozco mi culpa y tengo que pagarla»

El acusado hace uso de su derecho a la última palabra y pide perdón por matar a la madre de su hija de nueve años

Juicio contra el acusado de matar a su mujer en Alcolea del Río Juan José Úbeda

Jesús Díaz

Antonio María G.G., juzgado esta semana por un jurado popular en la Audiencia de Sevilla por matar a su mujer , María del Rosario L.B., en abril de 2017 en su casa en Alcolea del Río , dejando huérfana de madre a una niña de nueve años, ha hecho uso de su derecho a la última palabra: « Reconozco mi culpa y tengo que pagarla. Me arrepentiré toda mi vida, pero no puedo hacer nada y no tengo solución. Si pudiera volver atrás, no volvería a pasar. Pido perdón ».

Éstas han sido sus palabras antes de concluir la sesión del juicio de este viernes, cuando las partes han expuesto sus informes finales. Las cinco acusaciones, que son la Fiscalía, la Junta en representación de la niña, dos abogados por los tres hermanos de la víctima y otro letrado por los padres de Rosario, han mantenido su tesis de que los hechos constituyen un delito de asesinato con las agravantes de alevosía y parentesco.

Según las acusaciones, Antonio María G.G., tras dejar a su hija en la casa de los vecinos, el Domingo de Resurrección de 2017 , entre las seis y ocho y media de la tarde, esperó a su mujer en su casa y de manera sorpresiva y sin que ella pudiera defenderse, la atacó por detrás, asfixiándola con hasta cinco cordones en el cuello. Posteriormente, la ocultó en una maleta de grandes dimensiones y la metió en su coche, que tenía aparcado en la puerta. Desde su casa se trasladó a un sitio de difícil acceso y al que tenía previsto acudir. En un arroyo seco, tiró la maleta y la ocultó.

Después, según han coincidido las acusaciones, volvió a su casa, la limpió, metió la ropa de su mujer en dos bolsas en la planta alta de la casas, se duchó y fue a recoger a su hija. A pesar de que Antonio María apuntaba al principio que dejó a la niña con sus vecinos porque iba a ir a Lora del Río a ver a un abogado y comenzó a inventar su coartada con un posible envenenamiento de su mujer, nada de eso se ha probado ni se ha traido a la vista oral, según los abogados de la acusación, que piden 25 años de prisión para este hombre.

« Frío, calculador, controlador, posesivo o cobarde » han sido algunos de los adjetidos usados por las acusaciones para definir a Antonio María, quien, salvo hoy en su última palabra, «no ha mostrado arrepentimiento ni ha pedido perdón».

El primer informe ha sido el de la representante del Ministerio Fiscal, quien de pie y caminando sobre el estrado , ha intentando mostrar al jurado las razones que le llevan a pedir la pena máxima que contempla la ley para el delito de asesinato.

El acusado «engañó a todo el mundo», incluso a la Guardia Civil

«Antonio María se aseguró el resultado de la muerte en su acción, actuando sin permitir que su esposa se defendiera», con un ataque «rápido y por sorpresa». Para la fiscal, el acusado «lo planeó todo al milímetro» y rechaza la idea de que mediara discusión entre ambos antes de darle muerte.

El acusado, según ha continuado la fiscal, « engañó a todo el mundo », incluso a la Guardia Civil. «No confesó los hechos, no ha tenido la delicadeza de pedir perdón a la familia», ha concluido la Fiscalía.

La acusación popular que ejerce la Junta de Andalucía, en nombre de la menor, ha sido la más extensa en su informe, apuntando a una relación «de control y anulación» del varón sobre su mujer, poniendo incluso a su hija en contra. Tras plantear ella el divorcio en enero de 2017, él no soportaba la idea y « preparó todo » para acabar con su vida.

Mientras la abogada relataba los hechos, el acusado negaba constantemente con la cabeza lo que estaba escuchando. «Los celos suelen ser el detonante de un crimen machista, donde existe el elemento posesivo. En este caso no se han podido acreditar los celos, pero sí el sentido posesivo sobre la hija del matrimonio por parte de Antonio, que no quería perder su custodia», según la abogada de la Junta, que ha apuntado que se trata de un asesinato «con alevosía, por sorpresa, ruin, perverso y cobarde ».

El abogado Rafael Ramírez, que ejerce la acusación por dos de los hermanos de la víctima, ha acusado a Antonio de hacer «teatro» con el intento de autolesionarse. Además, a diferencia de las otras acusaciones, ha vuelto a insistir en que Antonio «no lo hizo solo». En aquellos días estaba cojo y «necesitaba la ayuda de alguien», indicando que existe ADN de una tercera persona en la maleta y que ésta no ha sido localizada, porque el juzgado de instrucción «limitó esta línea de investigación».

«Esperamos que Antonio recapacite y diga quién es esa tercera persona antes de que acabe el juicio», solicitó el abogado, aunque el acusado en su última palabra no hizo referencia alguna a este asunto.

Frente a la tesis de la acusación, la defensa de Antonio María, que pide que sea condenado como autor de un delito de homicidio con las atenuantes de arrebato y confesión, ha solicitado al jurado que sea escrupuloso con la agravante de alevosía que solicitan las acusacones, pues, a su juicio, el acusado no quería matar a su mujer . Su actuación fue consecuencia de un arrebato tras una fuerte discusión en la que ella «profirió insultos» hacia la niña.

Una discusión «muy fuerte», el detonante

La relación de matrimonio estaba rota y ambos querían la custodia de la niña. « Antonio era quien cuidaba de la menor , incluso cuando Rosario se iba de casa los fines de semana. Antonio sabía que ella estaba con otro hombre y nunca le importó. No era celoso», según su abogada.

El día de los hechos tuvieron una discusión «muy fuerte», que fue el detonante de su reacción «desproporcionada» para darle muerte. «Le daba vergüenza mirarla y por eso cubrió el cadáver con bolsas».

Ha defendido que su cliente confesó y colaboró con las fuerzas actuantes en todo momento, de no ser así «no hubiesen encontrado su cuerpo en la vida». Confesó «por miedo y porque no podía con la culpa, sobre todo, con respecto a su hija», ha añadido la abogada, que ha insistido en que no hubo alevosía, sino una riña fuerte entre ambos. «No quería matarla», ha concluido la defensa, que ha apuntado que los hermanos de la víctima no tenían relación con ella y ahora piden miles de euros de indemnización. El lunes el jurado recibirá el objeto del veredicto y se retirará a deliberar.

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