RUTAS
Ruta en moto por los pueblos blancos de Cádiz para hacer una escapada este fin de semana
Es fácil ir encontrando a cada paso bellas localidades encaladas que se funden entre las montañas y se desparraman sobre sus cuestas
Ruta Selfie de Cádiz: en qué consiste y cuáles son los lugares para hacer las foImagen SVG AÑADIDAtos
Los pueblos de Cádiz: guía de viaje de los rincones más bonitos de la provincia gaditana
Una ruta por los pueblos blancos de Cádiz. La mejor manera de disfrutar de estos municipios de la sierra gaditana es conducir un coche o una motocicleta y perderse por las carreteras de la serranía. Es fácil ir encontrando a cada paso bellas localidades encaladas que se funden entre las montañas y se desparraman sobre sus cuestas.
Antes de sumergirnos de lleno en la rutina de septiembre, qué mejor plan que aprovechar estos días para disfrutar de bellos paisajes y aprovechar la bajada de temperaturas para cambiar la arena y el mar por una escapada sobre el asfalto. LA VOZ te propone dos días de ruta en moto para conocer algunos de los pueblos blancos más bonitos de Cádiz.
El Bosque-Benamahoma-Grazalema
La ruta arranca en El Bosque, uno de los puntos calientes de la sierra y de los que cuenta con mayor población . Un lugar de encuentro para desayunar y a partir de ahí comenzar el paseo. El Bosque destaca por su gastronomía y la naturaleza que le rodea.
Es interesante ir a pie y visitar el patrimonio artístico de la ciudad, como la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Guadalupe (situado junto al Ayuntamiento), el palacio ducal del siglo XV, la ermita del Calvario y las ruinas del castillo de Tavizna. El Bosque cuenta con un interesante jardín botánico , con el nombre de 'El Castillejo'.
Tras este paseo para estirar las piernas, hay que ir a Benamahoma. Se puede ir andando por el Majaceite, el río que conecta las dos localidades en poco más de una hora, o en el automóvil (a 6 kilómetros, unos diez minutos). Una pequeña pedanía de Grazalema que guarda aún ese aroma de antaño y que recarga las pilas por su conexión con la naturaleza.
Se puede almorzar aquí o en Grazalema, que cuenta con una mayor oferta hostelera. Es una de las joyas de la provincia gaditana por su ubicación y su belleza paisajística. Recomendable parar en la plaza de España y andurrear por sus cuestas, por la Calle Doctor Mateos Gago, para acabar en algunos de sus miradores (peñascos y asomaderos). Grazalema es ideal para pasar la tarde y acabar con muy buen sabor de boca este primer día de ruta. En total, 20 kilómetros rodando, 35 minutos en coche.
Ubrique-Benaocaz-Villaluenga
Primera parada: Ubrique. La capital de la piel, una auténtica hermosura. Ubrique merece más que unas cuantas horas. Su centro histórico, la ruta de los miradores y el yacimiento de Ocuri son planes sobresalientes. Hay que empezar tempranito para disfrutarla con calma.
Una vez recorrido este pueblo blanco, encajado entre montañas, hay que ir sí o sí a Benaocaz, un caramelo de azúcar blanca en pleno parque natural. A pie se puede llegar a través de la calzada romana, mientras que en coche o moto se encuentra a apenas 7 kilómetros (13 minutos en automóvil). Un lugar espectacular para desconectar, y que es punto de partida tanto de la mencionada calzada romana como del famoso sendero al Salto del Cabrero. En su interior, destacan el casco histórico, el barrio nazarí, la ermita del Calvario y la parroquia de San Pedro.
Para finalizar, Villaluenga del Rosario, el pueblo más pequeño de la provincia de Cádiz (sólo 438 habitantes). Y el más alto. Pueblo blanco que sobresale al encontrarse en medio de un valle y muy reconocido por la calidad de su queso, el payoyo, propio de la oveja payoya, autóctona de la zona. Es uno de los Pueblos mágicos de España (como Grazalema). Su plaza de toros no es redonda, sino poligonal (casi octogonal), y su graderío está hecho en piedra local. Además, aquí se asienta uno de los cementerios más bellos de España.
Una ruta entre tres pueblos preciosos de apenas 13 kilómetros (y 22 minutos en coche).
