Congreso de la Lengua

Gioconda Belli: «El idioma debe dejarse como está»

La escritora nicaragüense no cree que el español sea una lengua machista y por ello piensa que «no debe cambiarse» a pesar de las numerosas críticas que pueda recibir de algunos colectivos en España

Gioconda Belli, poeta y novelista de Nicaragua Antonio Vázquez

Jesús Mejías

Despojada de su nacionalidad por sus ideas. Gioconda Belli (Nicaragua, 1948) es una poeta y novelista a la que le ha tocado vivir el drama de dos dictaduras en su país. Primero fue perseguida por Anastasio Somoza, y actualmente por Daniel Ortega. En febrero del presente año, el Tribunal de Apelaciones de la Circunscripción de Managua le quitó la nacionalidad nicaragüense por violar de manera flagrante la Constitución de su país. Lleva más de un año viviendo exiliada en Madrid, aunque piensa volver a Nicaragua, ya sea «viva o muerta».

En este Congreso se está hablando de la fuerza y del poder de la lengua española. En su opinión, ¿Cuál es el estado de salud del español en estos momentos?

Creo que en Cádiz está mejor el estado de salud porque ha sido capaz de incorporar, no se ha cerrado, no ha sido una lengua rígida. Yo creo que estos congresos son muy importantes para eso, para precisamente que exista este animo rector que es importante, porque cuida el idioma, cuida nuestra lengua sin ser rígidos, es lo que me parece más importante en estos momentos. Estamos teniendo muchos retos porque la vida nos ha cambiado tanto por los avances de la tecnología, pero hay un interés muy grande por parte de la Real Academia por ejemplo de mantenerse a la altura de los tiempos.

¿Cómo la ha acogido Cádiz en este Congreso? Es su primera visita a la ciudad.

Me ha encantado Cádiz, en primer lugar toda la historia que tiene, y por otro lado es una lindísima ciudad, el mar, y la acogida que nos han dado ha sido muy linda, muy calurosa.

La RAE define el exilio cómo «la separación de una persona de la tierra en la que vive». Para usted, ¿Cuál es el significado de esta palabra?

Es una violenta expulsión por razones políticas de la tierra en la que uno ha nacido y donde uno se siente que es parte. Realmente el exilio, mientras no sea un exilio interior, es tolerable porque vos piensas que volverás a tu país y que además que lo haces y lo sufres porque el exilio tiene una razón política que te ha impulsado a luchar por una situación mejor para tu país.

¿Es la lengua el mayor arma de un exiliado?

Sí, yo creo que sí. La palabra nos salva, la palabra se convierte en nuestro país, el idioma se convierte en el país más importante que uno tiene.

En su poema 'Despatriada' el primer verso dice «No tengo dónde vivir» y la pieza acaba con «Soy libre, aunque no tenga nada». ¿Usted se siente libre a día de hoy?

Sí, me siento libre, pero con la libertad que tenemos muchísimos nicaragüenses, una libertad interior pero nos han afectado nuestra libertad de ser dentro de nuestro país, como queremos ser. Sentimos que nos han usurpado el país, y ese no es solo mi sentimiento, hay un gran rechazo hacia lo que están haciendo Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua. En tres años Nicaragua ha perdido el 10% de su población, que ha emigrado, perdimos 358 personas en 2018 asesinadas por el régimen de Daniel Ortega, es una libertad condicional, es una libertad interior, pero que no podemos ejercer en nuestro país.

En 'El país de las mujeres' se imagina un Estado gobernado por mujeres. ¿Podría haber mujeres dictadoras?

Claro, sí (risas). En Nicaragua tenemos una, la esposa de Daniel Ortega es una dictadora. Yo no pienso que todas las mujeres seamos buenas entre comillas, pienso que todas las mujeres somos capaces de ser mejor cuidadoras de nuestra patria, de nuestro mundo que los hombres en estos momentos.

En España la lengua ha sido criticada por ser machista. ¿Cree que el español es machista?

Es un idioma del futuro. En el futuro la idea es que 'los' nos represente a todos, esos artículos masculinos que se usan para todos, pero entiendo que una sensación como mujer de que estamos excluidas un poco del idioma. A pesar de que no quisiera que el idioma se cambiara, en el sentido de usar el arroba, usar 'e', no he encontrado aún la solución aún en mi cabeza y aún no la he encontrado para hacer inclusivo el idioma que aún tenemos. Me parece que el idioma debe dejarse como está, a menos que surja una manera limpia de hacerlo inclusivo.

En su obra 'Luciérnagas' escribe «Antiguo oficio humano este de querer atrapar la luz (…) pero la oscuridad sigue poblada de luciérnagas». ¿A qué se refiere con esta afirmación?

Aún en las noches más oscuras tienes chispazos de esperanza.

¿La lengua es un chispazo de esperanza?

La lengua es mucho más, la lengua es una hoguera de esperanza, pero la lengua no es un ente abstracto, la hacemos y le damos su valor los seres humanos.

¿Cómo debe crecer el español?

El español es multiverso, en España todos los idiomas que hay son derivaciones del español o que son lenguas regionales, luego tenemos en América las lenguas indígenas que están recuperándose. Creo que tenemos que ver el idioma cómo la enorme capacidad que tenemos los seres humanos de comunicarnos y de haber encontrado el instrumento para comunicarnos de manera eficiente entre nosotros.

¿Volverá Gioconda Belli a Nicaragua?

Eso pienso, ya sea viva o muerta (risas).

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