Bruno García, el político que dejó la estabilidad laboral por dedicarse a su provincia

Su etapa al servicio público comienza de la mano de la histórica alcaldesa gaditana del PP Teófila Martínez, que fue quien le abrió las puertas en el Ayuntamiento de Cádiz, donde ostentó la concejalía de Turismo. Su buena labor durante esos años le valió a Bruno para que en las elecciones de 2011, donde Teófila repitió mandato, le situaran como Teniente de Alcalde de la ciudad. Trabajó en las áreas de Desarrollo Económico, Fomento y Turismo. En 2015, cuando llegó Kichi al poder, le tocó trabajar por los gaditanos desde la oposición. Sobre el líder de Adelante Cádiz ha dicho que en lo personal tiene una relación cordial pero que, desde su punto de vista, la gestión que está haciendo en la capital de la provincia es un poco nefasta y que lo suyo es más marketing que otra cosa. Siguiendo con la trayectoria de nuestro protagonista, desde febrero de 2019 y con la llegada de Juanma Moreno a San Telmo, Bruno es diputado en el Parlamento de Andalucía como portavoz de Turismo y Política Municipal donde además ocupa el cargo de Vicesecretario de Turismo, Deportes, Cultura, Justicia y Administración Local en el PP andaluz. A estas responsabilidades se le suma la de presidente del Partido Popular en Cádiz.

Aunque Bruno tenía un trabajo cómodo y estable en el que era feliz, siempre sintió que quería hacer algo por su tierra, por mejorar el rincón de España que le había visto nacer y crecer. Quería darle la importancia que merece y por ello renunció a la vida que había creado para priorizar esa en la que creía y sentía. Cuenta, entre bromas, que ya en el colegio solía ser el delegado o subdelegado de clase. Fue en una conversación con Teófila en la que le transmitió sus inquietudes por la política y ésta le animó a dar el paso hasta que fue un hecho.

Bruno es un gran seguidor del fútbol, especialmente del Athletic de Bilbao, un sentimiento que heredó de su abuela, que vivía allí y era seguidora del equipo bilbaíno. En general, el jerezano es un fanático del deporte, cuando puede le gusta jugar pachangas de fútbol, aunque por su agenda ya no puede disfrutar tanto de este deporte que tanto le divierte y se tiene que conformar con correr de vez en cuando.

Según García, la provincia de Cádiz es muy completa, pero necesita que dé un paso más. «Tiene la categoría para serlo, pero al estar tan vinculada al verano y ser la gran desconocida pierde grandes oportunidades. Nosotros tenemos la obligación de hacer que se le conozca por todas las cosas buenas que hay, que son muchísimas. Muchas veces no hemos estado unidos en la defensa que necesita esta provincia. Cádiz es un territorio que tiene muchas potencialidades y hay que sacarlas. Tenemos mucho camino por delante que hay que recorrer», asegura el político. Además, ha querido recordar que somos muy buenos en industrias, en temas agrícolas, agroalimentarios, en construcción de barcos y ha lamentado que muchas de esas cosas buenas que tenemos no se conocen o no se tienen relacionadas a la provincia, siendo uno de sus motores económicos más importantes.

Pasadas las elecciones andaluzas, Bruno ha querido hacer balance de lo que ha sido la campaña. «He tenido la suerte de vivirla desde muy dentro y la realidad es que ha sido muy intensa, aunque esto no todo es fruto de los últimos meses, sino que ha sido cosa de los últimos tres años. Estamos muy contentos porque la gente ha sabido valorar el trabajo que hemos hecho. Estamos muy ilusionados con lo logrado, pero a la vez nos sentimos con mucha responsabilidad. La exigencia es muy alta, así debe ser y nosotros la asumimos», ha querido transmitir.

Nuestro protagonista se ha convertido en la sombra del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y de él solo tiene buenas palabras: «Él es como se le ve. Una persona natural, cercana, amable, muy preparado y con muchísima ilusión por hacer las cosas bien. Es el primero en ponerle ganas a las cosas, moderado. Además, ha sabido entender muy bien a Andalucía».

Bruno siempre ha tenido buenos recuerdos de todo lo que rodea a la provincia y sus veranos no iban a ser menos. «Cuando era pequeño solíamos pasar la temporada veraniega en Sanlúcar, en la Jara, donde tenían casa mis dos abuelas. Desde allí muchos días nos íbamos de excursión a la playa de la Ballena, cuando no había urbanizaciones. Eran unas playas maravillosas y salvajes rodeadas de naturaleza donde apenas había gente. Jornadas de mucha diversión con mis primos. Ya en la juventud nos fuimos a El Puerto, donde solíamos pasear con las bicis de casa en casa de los amigos y donde no faltaban los partidos de fútbol. Una tercera etapa la pasé en Cádiz, cuando ya tenía que trabajar allí como concejal, y tengo muy buenos recuerdos de los veranos de la cultura. Eran tiempos de trabajo, pero los disfrutaba. Este año, a pesar de que acaban de pasar las elecciones, tendré un veranillo más tranquilo, pero no mucho porque le tenemos que dedicar tiempo al partido de cara a las elecciones municipales de 2023».

El presidente del PP de Cádiz siempre sintió la política desde niño y mantuvo esa ilusión hasta que la hizo realidad. A pesar de haber pasado años fuera de su casa, siempre tuvo claro que volvería a su provincia por el gran vínculo que siente hacia ella y donde tiene a su familia. Jerez, El Puerto, Sanlúcar y Zahara son sus rincones para perderse. «Ser político es dar lo que uno tiene. A veces se consiguen cosas buenas y otras pues no se puede», cree Bruno, que tanto como persona como político le gusta ser moderado, llevarse bien con todos y buscar las mejores soluciones para el bien de los ciudadanos.