Zona Franca tiene que negociar con los dueños de las naves para reordenar su polígono exterior

Zona Franca tiene que poner de acuerdo a los propietarios que explotan en régimen de concesión administrativa las 263 naves existentes actualmente en el polígono exterior, con una superficie útil de medio millón de metros cuadrados para, conjuntamente con el Ayuntamiento de Cádiz, reordenar su polígono exterior.

Desde hace tiempo el Consorcio viene trabajando en esta línea y, de hecho, actualmente está elaborando un informe con el estado de cada una de las naves de cara a iniciar la negociación, que podría prolongarse durante meses, ya que no sólo hay que poner de acuerdo a los concesionarios del terreno, sino también a quienes tienen sus negocios en dichas naves en régimen de alquiler.

Ya el delegado de Zona Franca, José de Mier, anunció hace meses que era partidario de crear una sociedad formada por el Ayuntamiento y el Consorcio para gestionar este espacio, al considerar que no era una idea descabellada ya que en época del ex delegado Rodríguez de Castro existió Terom, constituida para el desarrollo del polígono exterior de Zona Franca «aunque luego se desvirtuó su finalidad».

La transformación del polígono exterior lleva consigo también el realojo de sus inquilinos en naves que la Zona Franca tiene previsto construir en el recinto interior mientras duren las obras.

13% sin actividad

En un estudio que el Ayuntamiento dio a conocer hace un año, se calculaba que el 13% de las naves no registraba ninguna actividad, en total unas 34, lo que suponía más de 50.000 metros cuadrados, contando por ejemplo con Talleres Faro, que lleva años sin ser utilizado.

Según los datos que aportaba el Instituto de Fomento, el 30% de las empresas ubicadas en el polígono se dedican al sector de la comercialización; le siguen los servicios, con 21% y empresas dedicadas a temas de energía, agua y residuos, con el 16%. El sector industrial apenas supone el 11% del total, lo que indica su decadencia en la ciudad y la escasa fuerza que tiene ya la industria auxiliar naval, que hace unas décadas casi monopolizaba estos terrenos. Menor incidencia tienen las naves utilizadas como meros almacenes, con un 6%, así como las dedicadas a talleres para automóviles, con un 3% y el 1% centrado en la producción de alimentos. La escasez de espacio se hace también patente en el tamaño que tienen las diferentes naves existentes en el polígono, según el estudio municipal. Así, el 27% del total de los locales tienen una superficie media que oscila entre los 500 y los 1.000 metros cuadrados y sólo el 7% dispone de más de 5.000 metros, un espacio más asequible para la puesta en marcha de industrias con mayor capacidad de generación de puestos de trabajo. Por contra, el 17% tiene menos de 250 metros cuadrados.

En el pasado mandato de la Corporación se llegó a elaborar un Plan de Remodelación del polígono en el que se diseñaron nuevos accesos, equipamientos, hoteles especialmente destinados a empresarios, zonas para estacionamiento de camiones, viarios más amplios y plazas públicas en un intento por desahogar el recinto. Aunque este proyecto se aprobó por parte del Ayuntamiento y tenía el visto bueno del Consorcio, nunca se llegó a ejecutar.