Cantizano cree que las estrellas de televisión son mujeres. / LA VOZ
JAIME CANTIZANO PRESENTADOR DE '¿DÓNDE ESTÁS CORAZÓN?'

«La muerte de Carmina fue el punto álgido de los programas 'rosa'»

El periodista, asentado en la conducción de '¿Dónde estás corazón?', alterna su trabajo en este programa con presentar 'Pasapalabra'

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Desde hace un mes, Jaime Cantizano combina la presentación de ¿Dónde estás corazón? con la de 'Pasapalabra' en Antena 3. Sobre el mundo rosa cree que después de una etapa de desbordamiento las aguas vuelven a su cauce. Está convencido de que la crónica social empieza a contener sus excesos.

-¿No le cansa combinar la presentación de dos programas?

-No me estresa. La televisión es así, tienes épocas de mayor o de menor trabajo. Son dos formas de estar ante las cámaras muy diferentes y estoy divirtiéndome, que es lo fundamental.

-Tampoco hay tanto formato diferente en la televisión para elegir...

-En televisión todo está inventado y hay pocas sorpresas. La telerrealidad ha sido el único hallazgo reciente, y no se ve en el horizonte ningún contenido que pueda hacer temblar los cimientos del medio, ni aquí ni en el exterior. Se han creado nuevos canales y más proyectos, pero hay más presentadoras que presentadores. En la televisión siguen mandando las mujeres.

-¿Por qué?

- No sabría encontrarle una explicación, pero lo cierto es que hoy las grandes estrellas de la televisión son las mujeres.

-¿Con cuál se quedaría, entre la tertulia 'rosa' y 'Pasapalabra'?

-Opté por quedarme con las dos cosas por ser tan diferentes la una de la otra. Además, ¿Dónde estás corazón? no es ya sólo un programa de crónica social porque se han incorporado otros elementos relacionados con el entretenimiento. En el programa se canta, se baila, hay un concurso, hablamos de sexo y hemos llegado a tratar de política antes de que estallase el escándalo de Marbella.

-¿Le gustan los temas 'rosa'?

-Los expertos en estos temas son los cinco colaboradores que se sientan en el plató. Ellos son los que manejan la información pura y dura, aunque yo cada viernes no paro de informarme, pero no paso de ser director de orquesta. La crónica social hoy en día es fundamentalmente para divertirse, y en algún momento para emocionarse. No hay que darle más vueltas.

-¿Por qué tanto exceso rosa?

-Todo lo contrario. En los últimos meses ha bajado, ha vuelto a su sitio después de una explosión. Llegamos a un punto máximo con la muerte de Carmen Ordóñez en aquel verano en que se dijeron tantas cosas y se enfrentó tanta gente. Ese fue el punto álgido, y creo que ahora estamos volviendo a la normalidad y a la calma.

El caso de Rocío Jurado

-Pero siguen creciendo. ¿Alimenta la televisión este fenómeno?

-A lo largo del día todos necesitamos un momento de frivolidad o relajación, de temas livianos. No es que en España seamos diferentes. En Alemania se venden periódicos sensacionalistas que tiran más de un millón de ejemplares. El espectador sabe qué credencial tiene cada uno de los que aparecemos en la televisión. Es muy difícil engañarle.

-En estos espacios salen a relucir personas que han muerto. ¿No tienen límites para ciertos temas?

-Siempre se ha hablado de la vida de grandes personajes que han muerto. Ahora se acaba de publicar en Estados Unidos un libro sobre Marlon Brando. La vida de las familias de un bloque de vecinos llega a ser más apasionante que las historias que aparecen en la televisión. ¿Muchísimo más!

-¿Entiende el cerco mediático a Rocío Jurado, estando tan grave?

-En cierto momento se le denominó la más grande porque tiene una gran importancia en la música y un personaje de este tipo llama la atención del público y de los medios. ¿Que hay veces que la familia se pueda sentir presionada? Es lógico. Es más, yo respeto la voluntad de la familia de informar o de no hacerlo. Es su derecho y su intimidad.