Sociedad

La ciencia entra en una nueva era al crearse por primera vez un órgano en un laboratorio

Además, investigadores españoles reutilizan órganos ya trasplantados

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Ya no es ciencia-ficción. Un equipo de científicos estadounidenses ha demostrado que crear órganos en el laboratorio, libres de rechazo y a la medida de cada paciente, no es sólo un bonito sueño. Los investigadores del Instituto de Medicina Regenerativa de la Universidad Wake Forest han sido pacientes y cautelosos. Han preferido esperar cinco años desde que crearon e implantaron las primeras vejigas, fabricadas a partir de las células de siete enfermos, para anunciar su logro. Las vejigas de estos niños y adolescentes de entre 7 y 19 años habían perdido su capacidad para expandirse al almacenar la orina. La pérdida de elasticidad provocaba problemas de incontinencia y una presión interna que ponía en riesgo sus riñones.

Sus vejigas dañadas fueron reconstruidas con las generadas en el laboratorio para ampliar su capacidad. Los resultados han sido extraordinarios: las nuevas vejigas permanecen intactas y se ha logrado acabar con la presión para preservar los riñones. Además, los trasplantados mejoraron los problemas de incontinencia.

Son sólo siete casos, pero quienes trabajan en Medicina Regenerativa están convencidos de que el camino empieza a despejarse. Primero funcionaron los cultivos de tejido de piel con célula del propio paciente y ahora una complicada estructura como la de la vejiga.

Revolución científica

El responsable del estudio, Anthony Atala, trabaja en la generación de hasta veinte tejidos y órganos diferentes, incluidos vasos sanguíneos. Aunque aún falta tiempo para conseguir reproducir en el laboratorio órganos completos, con arquitecturas tan complejas como el corazón o el hígado. Sólo entonces se acabará con las listas de espera.

Mientras se encuentra esa fuente inagotable de órganos, los médicos dedicados al trasplante han emprendido su propia revolución para salvar más vidas. Los esquemas tradicionales de donación y trasplante se han derrumbado en los últimos años. La edad ha dejado de ser un límite para donantes y receptores, aumentan las donaciones de vivo a vivo, y los órganos se reutilizan, dividen y reparten entre varios enfermos.

Una revolución en la que no sólo participan, sino impulsan en todo el mundo médicos españoles y la propia Organización Nacional de Trasplantes.

Quien aplica a conciencia ese principio de economía, con soluciones cada vez más sorprendentes, es el catedrático de Cirugía Enrique Moreno. Su equipo del Hospital Doce de Octubre de Madrid se ha convertido en un referente internacional en el trasplante de intestino e hígado. En su unidad se han perfeccionado y creado técnicas con las que se pueden beneficiar varios pacientes de un sólo órgano o incluso volver a reutilizar un hígado trasplantado.

'Más difícil todavía'

Ese más difícil todavía se ha puesto en práctica en tres ocasiones con tres enfermos que habían fallecido repentinamente por una hemorragia cerebral masiva después de trasplantarles un hígado.

«Somos el único equipo de trasplantes en el mundo que se ha atrevido a volver a utilizar un hígado que ya había sido utilizado en un trasplante para salvar a otro paciente en lista de espera. En tres ocasiones hemos tenido oportunidad de hacerlo y ha sido un éxito». Los resultados se han publicado en Transplantation, la revista más importante en el mundo de los trasplantes, incluso un editorial destacó el coraje de los profesionales.