ANDALUCÍA

Visto para sentencia el juicio por malos tratos contra el ex alcalde de Salteras

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La Fiscalía presentó ayer una calificación alternativa que suprime el delito de agresión sexual contra el ex alcalde de Salteras (Sevilla) Carlos González Eiris, a quien su mujer denunció por presunto maltrato familiar, agresiones y amenazas en 2001 y el caso quedó ayer visto para sentencia. Al término de la toma de declaración de los últimos testigos y peritos citados para el caso, el fiscal dijo al Tribunal que aportaba dos posibles vías, o elevar a definitivo su escrito de acusación provisional -en el que pedía once años y medio de prisión para González-Eiris por un delito de maltrato habitual y otro de agresión sexual-, o presentar una fórmula alternativa por la que suprimiría este último delito y con ello la petición de diez años de prisión por el mismo.

En su exposición, el fiscal señaló, entre otras cuestiones, que las versiones del matrimonio -contraído en 1982 y separado en 2001- son absolutamente contradictorias, que hay que tener en cuenta la persistencia de la mujer y que las pruebas han demostrado que no ha mentido y que es una persona normal.

No hubo violación

En cuanto a la agresión sexual, dijo que ve una debilitación en los relatos fácticos y que no aprecia en la acción del marido una violación pues, entre otras cosas, cuando la mujer se fue a dormir al sofá ya no hubo más relaciones sexuales no deseadas.

Tras precisar que no ve lesiones en la mujer y que pide una sentencia condenatoria, apuntó que el ex alcalde «tiene algo de narcisismo y, unido al aquí mando yo», puede ser constitutivo de maltrato. Además, y coincidiendo con la acusación particular, dijo que el culmen del maltrato fue el hecho de que la mujer fuera internada en un psiquiátrico cuando decidió irse a una casa de acogida, el 7 de junio de 2001, sin que los facultativos que la trataron detectaran motivos para ello. En cuanto a la indemnización solicitada por la acusación pública, pasó de 6.000 euros a 3.000.

Por su parte, la acusación particular mantuvo su petición de 18 años de cárcel par González-Eiris por supuestos delitos de violencia habitual, amenazas, agresión sexual y lesiones psicológicas. Defendió que ha quedado acreditado el trato vejatorio del procesado hacia su mujer y que éste intentó hacer ver que la mujer estaba loca. También pidió que la agresión sexual supuesta se valore en el ámbito familiar y que las amenazas de muerte que le llegó a realizar también deberían tener un reconocimiento penal.